Capítulo 8

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Tenten se levantó primera.
Se duchó, al salir se iba a vestir pero tuvo que salir hacia su habitación por qué se olvidó su ropa.

Al entrar vio a Neji que estaba sentado en la cama.

Ella se sonrojo demasiado y Neji también.

Pov. Neji

Me levanté y vi que estaba solo.
Supongo que Tenten se habrá ido a duchar.

Me siento en la cama y escuchó abrirse la puerta.

Me giro y veo a Tenten con la toalla al rededor de su cuerpo. Me fijo en sus delgadas piernas, que estaban mojadas.

Siento como me sonrojo.

Me fijé en ella, que también lo estaba.

No se porque, pero me levanté de la cama y me dirigí donde estaba ella.

La besé y ella me correspondió. Cada vez el beso era más brusco.

Le puse mis manos en su cintura y la apegue más a mí.

Su toalla se iba desajustado poco a poco. Cuando estábamos al lado de la cama, su toalla calló al suelo.

Me separé un poco para apreciarla más.

Estaba demasiado sonrojada.

Volví a besarla y la tumbé en la cama, quedando encima de ella. Comencé a besar y dejarle marcas en su cuello, haciéndola gemir.

Sin dejar su cuello, mis manos se centraron en sus pechos. No eran muy grandes ni muy pequeños. Cabían en mis manos.

Comencé a masajearlos y apretandolos (sin hacer daño), haciéndola gemir más.

Dejé su cuello y bajé un poco para quedar a la altura de sus pechos. Los lamí y los pezones se le pusieron duros. Me llevé uno de ellos a la boca, jugueteando con el.

Ella no paraba de gemir y eso me gustaba.

Me separé y me quité la camisa y los pantalones, quedando solo en calzoncillos.

Vi crecer su sonrojo cuando vio mi erección.

Volví a besarla y mi mano bajó a su intimidad, metiéndole un dedo y haciéndole gemir mientras nos besábamos. Añadí otro dedo, y note como cada vez estaba más mojada.

Saqué los dedos de su vagina y me los llevé a la boca. Ella abrió las piernas para que me acomode mejor.

Aproveche para bajar hasta ahí y lamerle su intimidad. Mordí levemente su clítoris, haciendo que se corriera en mi boca.

Después volví a besarla mientras que me quitaba los molestos calzoncillos para dejar a la vista mi erección. La verdad me dolía bastante la entrepierna, quería estar ya dentro de ella.

Una vez que lancé los calzoncillos por alguna parte de la habitación, tomé mi miembro y lo acerqué a su entrada.

La miré a ver si me daba permiso, y ella asintió con un enorme sonrojo.

Comencé a entrar en ella y vi que ella puso una mueca de dolor. Me quedé quieto esperando a que se le pasara.

Ella movió un poco su cadera dándome permiso para seguir.

Comencé a moverme poco a poco, ya que era su primera vez y no quería hacerle daño, pero joder, se sentía tan bien estar dentro de ella.

Comenzaba a ir un poco más rápido, pero seguía estrecha.

Cada vez iba más rápido y solo podíamos gemir de placer.

Ella enrolló sus piernas en mi cintura y sus manos fueron detrás de mí, estirandome un poco del pelo.

La besaba y luego a su cuello, su clavícula, su pechos, entre otras partes del cuerpo.

Sentía que pronto me vendría, pero ahora mismo no me importaba, solo quería disfrutar haciendo el amor con la persona que amo.

Unas pocas estocadas y ambos nos corrimos, dejando oír nuestro último gemido.

Salí de ella lentamente. Se veía  en las piernas de la chica el semen.

Me acosté a su lado, la abracé y le bese la frente. Ella se acostó en mi pecho. Nos arropamos y nos quedamos dormidos al instante.

Lo que no sabían es que había una persona que vio todo lo sucedido...


Continuará...

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