El Desfile

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                       Capítulo 15
Electra

El resto del día transcurre entre polvos con Han y telas que conforman un traje único hecho solo para él. La noche llega y con ella el nerviosismo de no saber si tendré a la mejor organizadora de eventos. Las maletas ya están listas cuando Vicent me envía un mensaje confirmándome su participación en mi nueva coleccion.

Me despido de mi madre y soy obligada a llevar a uno de mis hermanos, quién resulta ser Damián. El jet nos espera y dejó que mi fotógrafo y hermano tomen asiento primero. Miro por última ves esperando verla llegar pero la desepcion me dice lo contrario a ese deseo. Pongo un pie en el primer escalón y subo otros dos, pero mi celular suena y la esperanza vuela hasta mí cuando observó el remitente.

-Hola.- Contesto y apartó el teléfono cunado un grito amenaza mi capacidad de volver a oír.

-¡No te atrás a irte sin mí!- Me volteo y sonrió cuando viene a paso apresurado vestida con un enterizo Gucci acompañado de deportivas de la misma firma. Trae también un carpeta en la mano y lo que parece una malteada.

-Mueve tu trasero, Evans.- Cuelgo el teléfono y termino por subir al avión tomando asiento y dejándole uno a ella a mí lado.

La alegría se instala en mi pecho y olvidó el último momento en los brazos de mi demonio humano. Trato de alejar los recuerdos de sus embestidas y las horas en las que me sentí como su complemento y no solo la mitad de él. Despacio, suelto todas las emociones que me hicieron sentir un poco humana y no una leona gruñona. Y aunque todo eso es lo que deseo, no logro olvidar nuestro almuerzo, su cara de asombro cuando le mostré que podía diseñar un traje de alta costura en solo dos horas, y sobre todo recuerdo cuando me prometió ser más que mi cómplice.

Prometió ser tu amante. No es como si eso fuera una relación.

Mi conciencia tenía razón. Pero las cláusulas exclusivas impiden ser de otros cuando solo podemos ser él y yo. Eso viniendo del Rey del Póker, era sin duda un enorme avance. Yo había jugado una carta y el me dejó tomar la delantera, solo podía esperar que la última jugada no terminará por destrozar los pedazos que tan mal supuestos están sobre la superficie de mi existencia.

-Pensé que no llegaría.- Dice Lyla y se sienta a mi lado.

Trae la respiración agitada y los cabellos en una coleta despeinada. Aunque parece una loca, las mejillas rosadas por el frió veguero, la describen adorable y sencilla. Mira al frente dónde está sentado mi hermano y en otro asiento individual, Vicent. Rueda los ojos cuando mi hermano le sonríe con picardía y me relajo con la certeza de que el viaje será entre risas y recuerdos. Ellos tienen una pequeña historia y yo disfruto de cómo los dos se enfrascan en soltarse mierdas uno a al otro. Hubiese sido agradable tenerla como cuñada, pero ellos sabían la magnitud de sus decisiones y yo no era quien para imponerles compromisos beneficiosos. No a dos personas que tanto quería. A ellos no podría llevarles mi oscuridad.

-Si hubiese sabido que venías, habría tomado un viaje comercial.- Le dice a Damián y el sonríe sin mostrar los dientes.

Mi hermano va vestido de negro como siempre desde que Jason ya no está en su vida. Es su forma de llevar el dolor y nadie se atreve a llevarle la contraria y despertar su mal humor. En esta ocasión Damián se ve relajado y un tanto juvenil con un short y un polo negro, los zapatos Nike y el reloj son el complemento del aspecto que lleva impregnado en él.

-Siempre supe que era tu Rosseli favorito.- Le responde mi hermano y Vicent mira de uno al otro sin saber la razón de tanta confianza.

-Se conocen de años atrás.- Le aclaro al fotógrafo.

Diamantes & Póker (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora