Diamantes & Póker (+21)

Destino o Casualidad

                      Capítulo 14
Electra

En este juego yo estaba fuera. Cuando los conocidos se encuentran, el desconocido calla. Ayudo a mi amiga a recoger las carpetas que dejó caer y le dedicó miradas de soslayo que ella evita sin éxito alguno. Lyla toma asiento junto a Vicent y yo me debato entre ser directa o jugar psicología. Pero antes de que pueda tomar la decisión, mi amiga decide hablar.

-¿Qué haces aquí?.- La pregunta no muestra ser mezquina, sin embargo sale cargada de desconcierto.

-Mayormente soy el fotógrafo de las campañas Moon Empire. Llevo las campañas desde New York.

-No preguntaré si se conocen porque es obvio, pero la curiosidad me mata. Así que, empiecen a decirme de donde se conocen.- Digo y ambos parecen notar mi presencia luego de solo concentrarse en ellos mismos.

-Somos amigos...- Empieza Vicent pero al mismo tiempo la puerta es abierta y ruedo los ojos cuando Han entra y sin saludar a nadie se sienta en un sillón individual.

Las miradas dirigidas a él son diferentes pero a las vez tienen el mismo objetivo, descubrir que diablos hace aquí. Lleva unas deportivas Champions que va en combinación con el pantalón y la sudadera de algodón. El amarillo en las tres prendas lo hacen ver llamativo pero no vulgar, ni desagradable a la vista. Un poco de su cabello cae sobre su frente llegando a su mejilla y el reloj de oro blanco no queda ni tan ajustado ni tan suelto. Como todo en el grita jovialidad, tomo la certeza de que las cosas no marchan nada mal. Parece tan niño que la sencillez le queda de maravilla. Una dulzura se instala en mí y nacen deseos de ser más que el malo y la mala. Despiertan las esperanzas y con ellas, la debilidad.

-¿Y tú qué te traes?.- Le pregunto con voz cansina ignorando las ganas de remover su cabello rubio y besar su nariz.

-Tu me traes aquí.- Dice y el fotógrafo sonríe con burla. Aunque sé que Han se mofa de mi, verlo en este estado, me alivia la tormenta que siempre traigo conmigo.

-Parece que hoy es día de casualidad.-Habla Lyla. Sus ojos me miran avisándome de mil cosas y yo solo entiendo una de ellas.

-O destino.-Ese es Han.

-El destino es tan imposible como que tú seas educado.- Ataca mi amiga. Yo me quedo con la boca abierta pensando en si ella sabe o no, que el es Fernan.

-Ya las casualidades son tan repetitivas que suenan ridículas y rozan lo patético.- Han le responde y ella se queda fija en sus ojos descifrando el índole de mi secuaz.

-Me pregunto si...-Como no estamos para momentos de guerras innecesarias, interrumpo a Lyla con una tos fingida y ella me mira convencida de su pregunta interrupta.

-Han, estamos en una reunión de negocios.-Le informo y el rueda los ojos con fastidio.

-Te voy a esperar en la oficina de Samuel, no tardes. Tengo planes y puedo decidir no llevarlos a cabo.-Amenaza y alzó una ceja. Pero él, me ignora y se marcha sacándole el dedo a mí amiga quién habré los ojos con incredulidad.

-Sigue siendo el mismo imbécil de mierda.- El gruñido de Lyla viene acompañado de una carcajada de Vicent. Yo por el contrario me preparo para su reprimenda.

Ella ya lo sabe.

Sí que si, hermana consciencia.

-Eso fue cómico de ver. No sabía que alguien podría hacerte semejante cosa.- Habla Vicent y ella lo fulmina sin lograr intimidarlo.

-Tienes la manía de pensar que no me percato de las idioteces que siempre haces, Electra.- Me reclama.

-No le digas a un maja arrastrado cuando tú también te arrastras.- La enfrentó.