Capítulo 29

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—Saldré a buscarlo. Mantengan seguros a los demás —ordenó Abyo caminando hacia la ventana.

Los chicos y chicas asintieron, dándose la vuelta para irse, pero un estruendo de la ventana rompiéndose, y el cuerpo de Jakusvy cayendo en el salón, los alertó preocupándose.

—Jakus… —susurró Chase, al igual que el resto acercándose.

Abyo y Ching le ayudaron a levantarse viendo que éste sollozaba negando.

—N-No pude salvarla... —. Negaba una y otra vez sollozando sin poder creerlo.

—¿A quien, Jakus? —preguntó Di confundida, al igual que el resto.

—Dale tiempo —susurró Chase preocupada.

—A C-Crys... No pude salvarla —susurraba siendo ayudado por Abyo y Ching, quienes lo llevaban a la mesa, setandolo en una de las sillas.

—No digas eso, Jakus. Crys es muy inteligente, ella saldrá de allí apenas tenga la oportunidad, amigo —comentó Tobe, sin embargo Jakus seguía negando, intentando retomar la calma.

—¿Entonces a qué rayos te refieres? —preguntó Nyx con leve enojo.

—Mucho rodeo para... —susurraba Fury a lo que fue interrumpida por Jakus.

—¡Raphaelo acabó con la vida de Crystalleder delante de mis ojos! —gritó con impotencia y furia en su voz, mientras golpeaba la mesa con su puño cerrado—. Y yo no pude hacer nada para salvarla. No pude liberarme de esos tres guardias para ayudarla. Esa última... sonrisa que me esbozó...

La sala se llenó nuevamente de un silencio doloroso e incómodo mientras todos miraban a Jakusvy sin poder creer lo que había dicho.

—Raphaelo… No. No es cierto, Jakus. ¡Dime qué no es cierto! —gritó Ching con los ojos cristalizados, al igual que el resto, tomándose mechones de cabello con fuerza y desesperación.

Jakusvy negó bajando la cabeza mientras se mordía el labio inferior negando —. Crys está... Muerta, ya no hay nada que hacer...

Maldiciones, susurros negativos, sollozos y lágrimas se hacían presentes en pocos segundos mientras las Scouts se miraban entre si con dolor y tristeza, los Guardianes desordenados y con desesperación buscaban consuelo mirando a otro lado.

—Eres un cobarde. Pudiste patearle el trasero al inútil de Raphaelo y no lo hiciste —murmuró Ching furioso señalando en el aire, en la dirección del castillo.

—¡Entiende que tres guardias me tenían! Luché con todas mis fuerzas, pero no pude… —susurró respondiendo.

—No eres un guardián después de todo. Yo hubiese hecho algo por ella. ¡Hubiese dado mi vida por ella y por ese bebé! —le gritó devuelta cerrando sus puños.

—¿¡Y crees que yo no, Ching!? —. Devolvió gritando su compañero, Jakus, mientras se levantaba de igual forma cerrando los puños, listos para comenzar una pelea en cualquier momento.

—¡Ya, silencio! —gritó Tobe conteniendo las lágrimas —. Pelear no nos traerá a Crys devuelta. Nada lo hará ya...

Ching miró fulminante a su compañero y negó suspirando.

—Tiene razón, disculpa, amigo —susurró apenado, limpiandose las lágrimas.

Jakusvy solo asintió, aún en shock, sentándose nuevamente.

—Crys… —susurraba Chell desconcertada, mirando a un punto fijo en el suelo.

Shebb se acercó a Jakusvy, sentándose en sus piernas para darle un abrazo. Jakusvy se sorprendió sonrojándose, sin embargo le correspondió el abrazo con fuerza.

|2| Tink y La GeoHada Prodigio «|Terminada|» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora