Capítulo 32

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—Estamos cerca, chicas —susurró Tink, volando bajo junto a Shebb y Chell, quienes iban a buscar a las hadas del invierno.

—Ya hace frío, ¿Estás segura que quieres cruzar, Tink? Tus alas podrían… —susurraba Chell preocupada.

—Solo será pasar el tronco, un poco, y con eso bastará para que mi hermana llegue, no te preocupes —sonrió Tink asintiendo, muy segura.

—Si tu lo dices… —respondió Shebb, no muy segura y algo preocupada.

Al llegar a la zona fronteriza divisaron que no había ningún guardia, todo estaba en orden, así que decidieron cruzar rápidamente sin tocar la fría nieve.

—Ujuju, mucho frío —reía Chell abrazándose a si misma, sonriendo encantada por el bello paisaje blanco.

—Tienes razón; pero es algo soportable —añadió Shebb de igual forma, maravillada por las alas de Tink. Chell giró su vista hacia la rubia y su boca abrió en una enorme O, presenciando el acontecimiento.

—¡Tus alas… están… brillando! —gritó con emoción, sin dejar de señalarlas.

—¡Shh, harás que nos descubran! —susurró Shebb mirando a todos lados.

—Mi hermana está cerca, llegará en algunos minutos —susurró Tink mirando a todos lados.

—¡No sé muevan, hadas, están rodeadas! —.

Varias hadas del invierno rodearon a las tres chicas, quienes rápidamente descendieron a la fría nieve, sin dejar de mirar a las hadas, que Shebb y Chell nunca habían visto de cerca.

Shebb se acercó a Tink para ayudarle a colocar el abrigo y conservar el calor de sus alas, mientras las dos amigas se mantenía iguales, aunque temblando ligeramente.

—Vinimos en paz, soy hermana de Periwinkle. Soy yo, Tinkerbell —comentó Tink mirando a las hadas.

—Como podríamos olvidar a la hada que causó el desequilibrio entre las estaciones, ¿Eh? —. Comentó un hada a lo lejos, que les miraba de forma amenazante con una vara de madera.

—¿Vienes a destruir nuestro mundo otra vez? —. Preguntó otra de las tantas que habían.

—¡Vuelvan a la zona cálida, no son bienvenidas aquí! —. Gritó otra de ellas.

Tink negaba preocupada, al igual que Chell y Shebb, quienes negaban con las manos, viendo como las hadas del invierno descendían para echarlas de su territorio.

—¡Esperen! —. A lo lejos, el grito de otra hada, se hizo presente.

—¡Peri! —. Sonrió Tink, correspondiendo el abrazo de su hermana gemela.

—Oh, Tink. Tanto tiempo —sonrió ella, separándose —. Veo que traes nuevas amigas. ¿Trajeron abrigos?, ¿No creen que es muy tarde para una visita? —. Reía, pero sin saber la gravedad del asunto.

—Somos Geo Hadas —comentó Shebb en voz alta.

Varios susurros de sorpresa y murmullos de preocupación se hicieron presentes, inquietando a las chicas.

—¿Donde tienen a Lord Milori? Llevamos días sin saber de él —. Comentó un hada, aún en aquel semblante serio.

—¿G-Geo hadas? —susurró Periwinkle alejándose un poco.

—Peri, no… no tienes nada que temer —susurró Tink, acercándose a su hermana.

—La última vez que las Geo Hadas aparecieron aquí, causaron muchos problemas —. Gritó una de ellas.

—¡No es cierto! Nosotros ayudamos a resolver los problemas que ustedes ya tenían —respondió Chell con leve enojo.

—Saquen a las Geo Hadas de aquí, no pertenecen a este lugar —abucheó otra hada.

—¡Tiene razón, nos traerán más problemas! —. Añadió otra.

—¡Afuera las Geo Hadas! —. Apoyó una más, al igual que el resto, haciendo algarabía y abucheos en contra de las amigas.

—¡Silencio, todos! —. Sled, líder gorrión y segundo al mando después de Lord Milori, llegó junto a la lechuza del mismo —¿Que es lo que sucede aquí?

—Sled, mi hermana y dos amigas más han llegado a nuestro bosque. Varias hadas están en desacuerdo, no las han dejado hablar —comentó Peri seriamente.

—¿Que quieren hadas de la zona cálida? —preguntó éste frunciendo el ceño.

—Escuchen todos… —. Tomó la palabra Shebb, alzando un poco en vuelo —. El reinado de Raphaelo ha regresado…

—¿Raphaelo? —. Susurró Sled viendo a Periwinkle con mucha preocupación, murmurando al igual que el resto de hadas.

—Asi es. Secuestro a nuestros líderes, entre esos a Lord Milori y a la Reina Clarion. Necesitamos la ayuda de todas las hadas del invierno para acabar con el jefe de una buena vez por todas. ¿Van a ayudarnos? —preguntó viéndolos a todos, en especial a Peri y a Sled.

—Lord Milori… —susurró Periwinkle.

—Lord Milori está bien. Las Hadas Relámpago lograron rescatar a la Reina Clarion y a Lord Milori. Están en una pequeña aldea lejos de aquí, descansando de Raphaelo —añadió está vez Tink, asintiendo.

—No vamos a ayudar a las Geo Hadas. Ustedes trajeron este problema a la Hondonada y serán ustedes quienes lo lleven de nuevo a Tierra firme —comentó Sled con seriedad.

—Sled, no puedes hacerles eso… —susurró Peri negando, viéndolo con tristeza.

—Les ordenó que traigan a Lord Milori en la mañana, necesitamos a nuestro líder en nuestra fría Hondonada. Lo que suceda en la Hondonada cálida será problema de ustedes, no nuestros —finalizó para retirarse con la lechuza y algunas hadas que les echaban miradas de rencor y dolor.

Periwinkle les miró con tristeza y salió volando lejos de allí, siguiendo a Sled.

—Genial.. estás hadas del invierno.. agh. Hondonada fría, corazones iguales —murmuró Shebb, enojada y cruzando al otro lado.

Tink y Chell le siguieron, decepcionadas y preocupadas, comenzaron a caminar devuelta a la aldea.

—Chicas, creo que tengo un plan que va a funcionar, pero necesitaremos atacar mañana en la mañana —comentó Chell. Las dos asintieron, volando rápida y sigilosamente a la aldea de nuevo.

|2| Tink y La GeoHada Prodigio «|Terminada|» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora