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CAPÍTULO SIETE Parte I

EMMA OLIVER



La escuela. Estar ahí viendo a las mismas personas era como tener a tu otra familia pero esta vez no me favorecía ver a Manuel con su novia.

Aquella foto de las redes delataba su relación.

No quiero hacer una locura ni ponerme celosa al respecto

Camino para distraerme y no pensar en Manuel con su pareja, pero al verlo sonriendo hace que mi corazón lata con más fuerza y lo miro con dulzura, de repente veo que él me mira y sonríe. Volteo para otro lado y me voy de ahí.

Mientras caminaba me quedo parada hacia una esquina al escuchar una canción muy conocida por mi casa. Las chicas moviéndose muy lento y yo solo escuchando muy apasionada ese ritmo.

Shawn Mendes con Justin Bieber tienen hermosa canción que, de repente comienzo a moverme al sentido de las chicas.

Sin notar ya estoy bailar con ellas, chicos se acercaban para admirar a nosotras.

Muisca lenta, movimientos lentos ¿qué más?

Subían el volumen y el baile se hacia más tenso con el ritmo de la música hasta que acabo la canción y volví a mirar a las personas aplaudiendo. Manuel estaba viéndome muy en sus pensamientos.

¿Qué hice? Primero le mostré mis piernas destapadas por casualidad, ahora le bailo muy sensual y está en sus pensamientos raros ¿o eso creo?

Las chicas me comienzan a abrazar con mucha fuerza, me comenzaba a sonrojar al recordar como baile a todas las personas, incluyendo a Manuel.

Salgo huyendo pero un brazo me atrae a su cuerpo o en otras palabras a su anatomía. Un chico muy en sus pensamientos me comienza querer besarme.

—Déjame, suéltame 

—Eres mía, Emma

—Claro que no —dice Antonio, mi salvación. —Ella es mía, mi amiga, Eduardo.

—¿Eduardo?

Es uno de los integrantes del grupo de futbol, podría decir que en ninguna parte me ha mirado y solo por bailar muy sensual si me miro 

¿Acaso baile mejor que ellas o solo fui una nueva? que quiere ya saben..

Eduardo se fue de mi vista hacia una chica directo al baño más cerca de la escuela. Antonio se acerca y me abraza.

—Esta todo bien, tranquila.

—Gracias Antónimo

 —No hay de que, Enana.

Seguimos conversando como fuimos antes, Manuel no parecía en mi vista y eso me parecía muy raro pero puedo decir que me sentía muy bien su presencia.


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Corazones Rotos © [BH#1] (Completo ✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora