O n c e

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Le dije a amigo que quería seguirle por siempre, que quería ir tras sus huellas. Me pregunté. ¿A quién estás imitando? Y decidí imitarlo a él.

Le dije que aunque era muy díficil seguirlo yo lo haría, lo propuse en mi corazón y con fuerza me aferré a él. Sabía que no sería sencillo, que contantemente tendría que luchar contra el enemigo y también contra mí misma pero ya que él es mi modelo a seguir lucharé por parecerme a él con todas mis fuerzas.

El sonrió y me dijo:

— ¿Ves? Ese corazón tuyo me encanta. — y me eché a llorar, recordé que hasta hoy siempre le pido un corazón que le agrade.

Tambien me dijo:

— Eres valiente y yo te ayudaré porque siempre he deseado que me veas como tú ejemplo.

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