T r e i n t a

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Sabía que debía reprender al enemigo y no creer, ni escuchar sus terribles mentiras.

Necesitaba conectarme. Pero estar en linea no era fácil.

Mi carne me hacía la guerra. Ella nunca aceptaba que yo lo eligieron a él antes que a ella.

—Pero tranquila, tengo fe en ti. —dijo y mis ojos amenazaron con romper en llanto. 

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