Norman, Ray y Emma están enamorados de T/N, y como no pueden decidir quién debería de ser la pareja ideal para ella, arman un plan para que se fije en los tres por igual.
𝘄𝗮𝗿𝗻𝗶𝗻𝗴, este es un fanfic que escribí cuando tenia 12-13 años. Actualm...
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—Entonces, ¿Nos amarías a los tres? —le preguntó Norman, haciendo que las mejillas de la de pobre se ruborizaran de manera violenta.
—Y-Yo... —tartamudeó mientras tragaba duro. Las palabras que intentaba decir se quedaban atoradas en su garganta, generandole una pequeña presion en el pecho—. E-Este...
Estaba sintiendo que se moría. Internamente estaba pidiendo que alguien apareciera e interrumpiera aquel momento, pero no era el caso. Todos ya se encontraban cenando; los únicos que faltaban eran ellos, el cuarteto de mayores.
Su cuerpo temblaba notoriamente. Ellos simplemente esperaban a su respuesta de una manera tranquila pese a que se morían por saber qué es lo que su amada sentía. Era una situación difícil de siquiera poder describir.
—Chicos, yo...-
Y cuando finalmente iba a responder, la puerta de la habitación fue abierta por mamá, interrumpiendo a T/N, diciendo que debían ir a cenar en esos instantes.
—Puedes respondernos luego, T/N—dijo Ray a lo que Emma asintió levemente con una sonrisa, seguido de Norman.
Sus mejillas seguían rojas de la vergüenza mientras trataba de procesar lo que le habían preguntado aquellos tres que hacían que su corazón latiera con fuerza.
No dijo nada y salió de la habitación, dejando nuevamente solo a aquel trío. Ya estaban preparados mentalmente para la respuesta de T/N, ya sea negativa o no.
La de orbes (c/o) ya no podía reprimir los sentimientos que probablemente dentro de poco saldrían a la luz si no la interrumpían nuevamente.
Comenzó a bajar las escaleras aún pensando en cómo responderles sin poder estar nerviosa ante ellos, pero ya veía que era imposible.
Cuando finalmente bajó las escaleras, fue hacia el comedor a paso apresurado.
[...]
Era un nuevo día y T/N aún seguía en cama. No planeaba salir por el hecho de que estarían los tres mayores, pero tampoco tenía opción.
Para colmo, compartía la misma habitación que Emma.
Se levantó y comenzó a despertar a las demás niñas de la habitación mientras trataba de evitar y dejar como última a la pelinaranja. Sabía que se iba a morir en el proceso de hacerlo, así que intentó dejar de lado sus emociones por un momento; no quería fallar en su deber habitual.
Cuando finalmente llegó a ella, no puedo evitar ruborizarse y comenzar a sentirse ansiosa. Luego, se acerco lentamente a ella y empezó a moverla para tratar de despertarla aunque era raro verla durmiendo hasta esa hora. Siempre era la primera en despertarse, además de ser una de las que despertaba a los demás.
—Emma, despierta.
—¿T/N...? —dijo algo adormilada—. Ven — tiró del brazo de la fémina y la atrajo hacia ella, formando un cálido abrazo.
—... —simplemente correspondió al mismo mientras trataba de calmarse—. Emma, hay que ir a desayunar.
—Déjame abrazarte un poco más, ¿Sí? Ray lueg se anda quejando —pidió en un susurro mientras apretaba un poco el abrazo—. T/N, yo te quiero, mucho —murmuró.
Su corazón nuevamente comenzaba a latir de una manera desesperada.
—...Yo también te quiero, Emma.
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