Norman, Ray y Emma están enamorados de T/N, y como no pueden decidir quién debería de ser la pareja ideal para ella, arman un plan para que se fije en los tres por igual.
𝘄𝗮𝗿𝗻𝗶𝗻𝗴, este es un fanfic que escribí cuando tenia 12-13 años. Actualm...
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—Él me besó, él me besó, él me besó, él me bes- —fue interrumpida.
—T/N —llamó Don detrás de ella.
—Oh, hola —saludó amablemente, como si de la nada, aquella situacion donde Ray la besó desaparecía de su caotica mente—. ¿Pasa algo, Don?
—Jugaremos a las escondidas y... Me preguntaba si querías jugar con nosotros ésta vez —mencionó, esperanzado.
—Esta bien —respondió mientras se levantaba—. Es bueno hacer actividades físicas de vez en cuando —sonrió.
Y así, ambos jóvenes salieron de la biblioteca para poder ir al exterior y poder jugar a las escondidas con los demás niños de aquel lugar.
Cuando finalmente llegaron allí, T/N no puedo evitar mirar a aquel trío, quienes estaban de lo más normal allí, o eso aparentaban; y se preguntaba, ¿Cómo podían actuar como si nada pasara? Ojalá ella tuviera la misma capacidad. Tan solo estar en el mismo lugar que ellos le provocaba nervios.
Al estar todos allí, el juego había comenzado y la que debía buscar a los demás, era Emma; mientras que Ray se quedaba leyendo un libro y manejando la hora del juego.
T/N iba a salir corriendo, pero Norman la detuvo antes de que pudiese ejecutar su acción.
—T/N —la detuvo,agarrandole del brazo—. Ven, vamos a escondernos juntos, ¿si?
—Está bien... —murmuró para luego, aceptar la propuesta del albino.
Norman tomó la mano de la contraria y ambos comenzaron a correr hacia el bosque, adentrándose en él en busca de un buen escondite. Tenía que aprovechar que los dos iban a estar casi solos, ¿No?
[...]
—Dame tu mano —dijo el de orbes celestes mientras estiraba su mano para que la contraria pudiese subir con él.
T/N asintió y tomó su mano con algo de fuerza para que no se cayera. Luego, el contrario comenzó a subirla poco a poco. Al terminó de subirla al árbol, sonrió levemente mientras se sentaba tranquilamente; aunque claro que estaba alerta por si alguien venía.
—Creo que aquí, Emma no podrá vernos —susurró Norman—. Aunque sabe escalar árboles.
—Tienes razón —le devolvió el susurro, soltando una pequeña risita—. Tendremos que estar alerta.
—T/N —le llamó el albino
—¿Sucede algo, Norman? —preguntó mientras giraba su rostro hacia él, mostrando aquella expresión de confusión.
—¿Luego de jugar me enseñarías los libros sobre mitología? —indagó dulcemente, tomando por sorpresa a la joven que no dudó en tomar su mano como una respuesta afirmativa.
—¡Está bien! —respondió feliz—. Me agrada la idea de que a ustedes también les guste la mitología.
—Gracias —soltó para luego acercarse y dar un corto beso en la comisura de los labios de la fémina, haciendo que se quedara paralizada en su lugar.
Era su "segundo" beso.
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