XIII. Que empiece el show

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La mujer le susurraba cosas a la oreja debido a la fuerte música que resonaba en el lugar.

Karaoke.

El nuevo concepto había llegado a la aldea y Gai no podía pensar en un lugar más lleno de energía que ese para explotar su llama interior, bueno, la del genio Hyūga.

Pidió un par de bebidas y una botana para compartir con esa morena. Era una aldeana y aunque lo reconoció enseguida cuando se acercó con afán de invitarla, al inicio le pareció bastante tímida.  Pero ahora sus manos acariciaban su mano y si cabello, además de tenerla bastante cerca.

Su aroma a flores silvestres se coló por su nariz y no podía ocultar una sonrisa satisfecha de su rostro. Intentó definir en su cabeza que no podía llegar más lejos que eso, por que... ese cuerpo no iba a disfrutar aquello que Maito Gai quería. 

Una idea surcó su cabeza con fuerza.

¿Acaso Neji era...virgen?

Dejó salir una risa estruendosa que asustó levemente a su compañera.  No podía ni imaginar algo tan absurdo.  Era mayor de edad, uno de los mejores ninjas de su generación y nada feo. No podía serlo. O...¿ tal vez si?

Gai en el cuerpo de Neji torció la boca, jamás se había detenido a pensar en aquella cuestión con sus alumnos. No sería nada normal de haberlo hecho. No le interesaban. Para él seguían siendo los niños que conoció años atrás y queria esa imagen de ellos.

Desechó la idea al escuchar una canción muy conocida para él.  Perfecta. Perfecta para ejecutar su plan.

Hacer de Neji Hyūga una sensación.

Se levantó de un salto y corrió hacia el escenario. Le pidió al hombre que elegía la música empezarla de nuevo. Y se puso de espaldas a la audiencia.

Respiró varias veces sintiendo la energía recorrer su cuerpo. La llama en su vientre comenzó a quemar con desenfreno. Sentía el poder de la juventud estremecer su cuerpo, hasta llegar a la punta de sus pies.

Los reflectores apuntaron su espalda. Y sin esperar más dio la vuelta con una sonrisa seductora en el rostro. Gesto que causó un sonido emotivo entre el público femenino.

Recorrió a la audiencia con los ojos hasta que encontró dos particulares. Abrió los labios ligeramente.

Era su cuerpo, mejor dicho, Neji en su cuerpo y la joven Tenten a su lado sentada. Lo veían completamente emocionados.

No podía ser más conveniente. Más perfecto. Esta era la situación en la cual podrían todos ver brillar al genio Hyūga y hacer su imagen difícil de olvidar. Y por supuesto, demostrar a Tenten que es lo que se había perdido.

Por que había dañado su orgullo galante y el de Neji. Y eso era algo de lo cual se tenía que arrepentir.

Sonrió de nuevo de lado, sacó un papel de su bolsa llevándolo hasta sus labios, se cruzó de brazos. La melodía comenzó y Gai, en el cuerpo de Neji, guiño su ojo con total seducción.

Que empiece el show.

Entrecruzados [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora