XXII. Una acción vale más que mil palabras.

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—Entonces esto sucedió hace...tres semanas.

Tenten en cuerpo ajeno se llevó la taza a los labios. Sentirse en el cuerpo ajeno aún la ponía muy nerviosa. Que realmente no era difícil fingir ser Neji Hyuga. Nadie mejor que ella lo conocía. Tenten sabia cada movimiento, gesto y mirada que el genio ponía en las situaciones particulares.

Se sonrojó al pensar en eso, ya que la respuesta de su fijación con él era evidente. Claro, para la gente que observaba su comportamiento alrededor.  Pero para eo Hyūga era impensable. Tenía que ser un distraído para esas cosas.

—Si, justamente cuando volviamos de esa misión en la aldea de la luna.  —Puntualizó Neji en su cuerpo con su voz aguda. Era tan raro escucharse.

Tenten rememoró esa misión, Lee había comprado un amuleto que unas viejas lo convencieron de comprar. Lee era tan ingenuo.

Ambos movieron sus manos para tomar la taza de té y sus brazos se rozaron encima de la ropa. Ese gesto despertó el nerviosismo Tenten. Tenerlo tan cerca ahora, le era tan complicado. 

—Tenten, tenemos que resolver esto hoy.—Sentenció el genio.

Arqueo una ceja confundida.

—¿Qué sucederá mañana?

Neji la observó con esa mirada castaña, tan expresiva y significativa digna del genio, aunque estuviera en su cuerpo. Un sonrojo tenue en sus mejillas morenas y después desvió la mirada.

Su palido rostro enrojeció con violencia. Entendía.  Y se sintió culpable.  En exceso y una pervertida total.

Ella le había visto y tocado eso a Neji, inevitablemente.

Pero por esa mirada entendió que el genio no había tocado su cuerpo. Ni lo había visto. El era todo un caballero y esa idea hinchó su corazón con fuerza. Algo caliente se posicionó en su pecho. Jamás había tenido tantas ganas de besarlo como ahora.

—Neji—Una irritable voz llegó al par de oidos.

Ambos miraron a la par a la entrada dr aquel pequeño restaurante con cortinas en la entrada. Tenten se vio rodeada por unos brazos antes de poder reaccionar. Sus orificios nasales captaron un olor empalagoso. Solo podía ver el rostro de Neji en su cuerpo abrir los labios sorprendido.

—Me he quedado esperandote. Luego de anoche, no puedes dejarme así.

Ambos castaños se quedaron de piedra.

Maito Gai ¿que mierda habías hecho?

La idea acudió a sus cabezas al mismo tiempo. Tenten sintió la ira burbujeante en su interior y la empujó con cierta brusquedad.

—Has malentendido las cosas.

La chica morena que había visto bastante cerca de Neji levantó la ceja.

—¿Qué he malentendido? Ayer dijiste...

El cuerpo de Neji simplemente negó. Tenten reprimió las ganas de golpear ese rostro bonito en la mesa. Apretó ligeramente la mandíbula....Gai, su moralista sensei ¿había tenido relaciones usando un cuerpo ajeno?

Esa situación lo estremeció. 

—Fue una salida casual. No me interesas. —Escupió con todo el odio que pudo la castaña y gozando el rostro femenino descomponerse.

—No me iré sin una explicación.

Tenten abrió los labios masculinos pensando en una respuesta rápido y reprimiendo sus ganas de golpearla. Caprichosa y no entendía un no.

Pensó en alguna opción y presa de alguna estrategia para sacar a esa mujer de ahí sin usar la violencia, buscó la mirada castaña.

De forma brusca y sin preveerlo los labios femeninos se estrellaron en los suyos. Un beso ligero que cobró fuerza en unos segundos. Torpe al ser el primero pero posesivo, demandante.  Cada célula de su cuerpo se estremeció y sintió sus piernas como gelatina.  Su corazón desquiciado nublaba su juicio. Los latidos resonaban en sus orejas.

A veces una acción es suficiente, vale más que mil palabras.

Entrecruzados [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora