XVIII. Cambio.

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Los ojos avellana se abrieron al recibir los rayos del sol entrando por la ventana. Los cerró de nuevo considerando notablemente el dormir de nuevo.

La noche anterior había sido una locura. No creyó contenerse tanto de no reírse en la cara del genio.

Sonrió divertida al recordar el espectáculo de ayer. Se llevó el brazo a los ojos, cubriéndolos.

Jamás olvidaría el gesto de horror, los ojos desorbitados y la mandíbula suelta. Ella misma jamás pensó que su sensei avergonzaria de esa forma a Neji. Sabían que Gai no tenía una forma normal de razonar. Pero esto había pasado los límites.

Aún recordaba la espina que le dio ver el cuerpo del genio siendo tocado por una chica de la aldea. Comprendía que no era el verdadero Neji, pero esas manos en el cabello castaño y esas sonrisas coquetas. Habían hecho hervir su sangre. Consideró muy seriamente levantarse en ese momento y armar una escena. A esa chica y a Gai por permitir que alguien ultrajara el cuerpo de su alumno.

Y es que no habría visto la escena si Gai, en el cuerpo de Neji, no se hubiera reído de una forma que jamás había escuchado del genio. Eso fue suficiente para calmar su nerviosismo de seguir esa broma y desviar la atención.

Aunque...debía admitir, verlo mover el trasero de esa forma, ocasionó una corriente muy calurosa en su estómago que se prolongó. No iba a quitarse esa imagen jamás. Iba a disfrutarla en el anonimato. Nunca volvería a verlo de esa forma.

Tenía que conseguir alguna forma de que vuelva a su cuerpo. Lo primero era descubrir a que se debía, cuando sucedió y si algo sucedió antes de.

Extrañaba sus tardes con el genio...y más que estaba sucediendo un algo. Nada definido, nada significativo, pero algo. Que ellos no entendían pero su compañía era tan...cálida.

Decidió levantarse lista para encontrarse con el genio para intentar descubrir algo.

Realmente...le perturbaba verlo en ese cuerpo. Por que su físico anterior le alteraba hasta la médula y no era por cuestión de ser superficial. Ver esos ojos redondos, el cuerpo entallado en esas mallas y ese peinado cerca, la hacían estremecer. Quería de alguna forma acercarse y el pensamiento recurrente que estaba con su sensei, haciéndola retroceder.

Suspiró tocando su frente, todo era tan confuso. ¿Qué había hecho Neji para meterse en un problema como ese?

Apretó los labios y se incorporó pesadamento. Se rascó el ojo derecho bostezando. Caminó al baño.

Quería darse un baño antes de encontrarlo. No iban a entrenar, sino rastrear alguna pista.

Su organismo le pedía su primer necesidad de su vejiga. Caminó lentamente al lavamanos, abrió la llave dejando correr el agua y se mojó su rostro para despertarse.

Sus orbes se encontraron en su reflejo y fue consciente cuando su rostro padeció.

El corazón se le detuvo.

Retrocedió torpemente sintiendo un vacío en el estómago. Tropezó cayendo al suelo y sintiéndo su trasero golpear el suelo.

El aire le faltaba en el cuerpo y sentía que iba a vomitar en cualquier momento.

Tenten estaba en el cuerpo del genio Hyūga.

Entrecruzados [Nejiten]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora