Capítulo 35

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-Son 13 años de cárcel- comenta mi abogado, haciéndome estremecer desde lo más profundo de mi ser.

Vamos, no puedo ir a la cárcel por 13 jodidos años.
No solamente mi futuro se iría al tacho, sino también la empresa de papá por mi jodida reputación.

-Todo ha sido consensuado- dice Riker, despeinándose el cabello, a punto de entrar en una crisis de nervios, tan igual que yo- Absolutamente todo, y los chats lo demuestran.

Karl asiente.
Volviendo a revisar los chats que le mostré desde mi teléfono.
Suspiro, tratando de encontrar alguna solución en el aire que permito entrar a mi cuerpo.

-Eso no importa en estos casos- responde- Ella es  menor de edad, nosotros sabemos muy bien que ella también era consciente de lo que hacía, pero al ser menor de edad, las leyes la respaldan- me entrega mi teléfono- Es como si ella hubiese estado ciegamente enamorada de ti mientras que tú abusabas de ella y ella no se daba cuenta del daño que le hacías.

Paso las manos por todo mi rostro.

¿Por qué de pronto me siento tan miserable?
Claro que abusé de ella, en el sentido mental, la utilicé para poder cobrar venganza.

-Acaba de joderme la vida- suspiro, tratando de calmarme- ¿Qué tengo que hacer?

-No ha habido una denuncia de por medio, hasta ahora- responde Karl- Supongo que eso quiere decir que su madre tratará de hacer algún acuerdo contigo.

Frunzo el ceño.

-¿Un acuerdo?

Asiente.
Mirándome a los ojos.
Juzgándome notoriamente con la mirada.

-Claro que sí- responde- El señor Thomas ya no cuenta aquí, será ingresado a prisión mañana por la mañana, la que tendrá la potestad absoluta de ___________, será su madre, quien sin duda alguna tratará de convencerte de bajar la pena de Robert, o quizá cobijo.

-¿Cobijo?- pregunta Riker, pálido.

-Así es, cuando Robert fue declarado culpable, los policías hayanaron su casa, sus tarjetas de crédito y débito no sirven, al igual que sus autos y todas las propiedades que tengan serán parte del gobierno- se acomoda los lentes- Todo lo que consiguió ese tipo fue con dinero sucio, además de ello, Marie tiene una enorme deuda con la cual podría ir a la cárcel, debe de devolver cada centavo a las personas que estafó su esposo.

Mi corazón se detiene por un microsegundo.
Ella no me jodió la vida.
Yo se la jodí a ella.

-¿Dónde se encuentran?

Pregunto, sintiendo la patada de Riker en mi pierna derecha.

-No lo sé, supongo que estarán lidiando con paparazzis o buscando algún lugar donde pasar la noche, claro, sino es en la celda de Robert.

Trago saliva.
Una y otra vez.
Sintiendo como mis piernas tiemblan.
Entrando en una jodida ansiedad insoportable.

-La señora Marie aún no ha presentado ni una denuncia, así que supongo que recibirás una llamada por parte de ella pronto, de lo contrario, quizá estén haciéndole exámenes a _____________ para saber si ha sido o no abusada...

-No fue abusada- lo interrumpe Riker- Esa chica sabía muy bien lo que hacía, una chica que sufre agresiones como la que mencionó delante del juez, no estaría paseando con su abusador de la mano en París.

Karl frunce los hombros, y toma su valija de cuero antes de levantarse de la silla en la que esta sentado explicándonos el caso por más de una hora y media.

Frustrado; Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora