Frustrado; Ross Lynch

Capítulo 23

Al llegar a Italia me faltaba el aire de los semejantes nervios que sentía por miedo a arruinar todo el plan. A penas bajamos del avión, miles de periodistas comenzaron a tomarnos fotos, por supuesto, tuve que bajar del avión vestido como un guardia de seguridad.

Riker se extrañó.
Pero finalmente pude convencerlo de armar una "estrategia", le dije que si me encubría el día de la conferencia, Robert podría hacer algo en su contra y yo podría grabarlo y delatarlo, ya que obviamente Robert no sabe que estoy con él.

Por supuesto, que al inicio le pareció una idea estúpida pero luego aceptó. Y no dude en seguir con el plan en marcha.

Al llegar al hotel, Riker comenzó a repasar algunos puntos nuevos que quiere dar a conocer en la conferencia. Y yo tuve que ayudarlo con los nervios que sentía en esos momentos. No lo culpo, yo también me pondría nervioso.

No solamente son empresarios famosos observándote, sino también transmiten la conferencia mundialmente por televisión. Además de que si Riker comete un error, perjudicaría a toda la empresa por un muy largo periodo de tiempo.

Actualmente nos encontramos a punto de ingresar a la conferencia. Extrañamente no he vuelto a hablar ni a saber nada de ____________, me escribió un mensaje diciéndome que ya está Italia y deseándome un buen viaje. Le contesté al llegar al hotel, y no me respondió, lo cual me extraña, ya que han pasado más de seis horas.

Entro al edificio donde se encuentran todos los empresarios más famosos del mundo, muestro mi photocheck a los recepcionistas, quienes no dudan en dejarme entrar al darse cuenta que soy hermano de Riker. Por supuesto, tengo el photocheck muy guardado dentro de la camisa blanca que llevo puesta.

Camino hacia al ascensor luego de ver la hora, faltan exactamente quince minutos para que todo esto inicie. No puedo ni imaginar lo nervioso que se sentirá Riker en estos momentos.

Presiono el último piso del edificio, las puertas están a punto de cerrarse pero alguien las abre. Subo y bajo la mirada al darme cuenta de quién se trata. Gracias a Dios tengo lentes de sol, un gorro de seguridad enorme que no permite ver ni una parte de mi cabello, y un estúpido pero casi real mostacho que compré a tres euros al llegar aquí.

Mi corazón se agita.
Suspiro, sin poder levantar la mirada debido a mis nervios.

–Hola.

Su tierna voz hace que mi corazón lata aún más fuerte.

–¿Va a la conferencia?

Las puertas se cierran.
Asiento, sin levantar la mirada.

–Yo también- suspira.

Levanto un poco la mirada para poder observar a ____________ quien se encuentra mirando la pantalla de su celular. La bajo cuando me doy cuenta que me está respondiendo.

–Será muy larga, será mejor que tome un buen asiento para no estar tan aburrido- ríe– Por suerte tengo un novio muy lindo que prometió escribirme en toda la conferencia.

¿Un novio?
¿Se habrá referido a mí?
Aún no le pido para estar... pero, ¿ella nos denominará como novios?

Contengo las ganas estúpidas de sonreír que tengo.

–¿Por qué no habla?- siento su mirada en mí. Poniéndome más nervioso aún– Bueno, supongo que nos vemos luego.

Las puertas se abren.
Y cuando ella sale del ascensor por fin vuelvo a enderezar mi cuerpo y la observo. Esta usando una bonita falda junto a una camisa también blanca, muy apretada para mi gusto. Pero a pesar de ello se ve preciosa.