Capítulo 19

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Ross POV:

Sus palabras me hacen querer largarme hacia la Antártida y nunca volver. Soy una persona de mierda que no merece ni verla. Suspiro, quitando mi mirada de la suya, tratando de olvidarme del dolor que tengo dentro de mis pantalones.

_____________ me besa, sus dedos rasguñan mi cuero cabelludo haciéndome excitarme aún más, como si se pudiera.

Tira de mis manos y las coloca en su intimidad, gruño, mordiéndome el labio inferior.

Coloco uno de mis dedos encima de su clítoris, e introduzco uno en su interior. Esta muy mojada.
La observo mientras introduzco y saco mi dedo de ella, de forma continúa, masturbandola.

Verla desde aquí es una de las mejores vistas que probablemente podré tener en toda mi vida.

Esta tocando sus pechos con sus manos, tiene el rostro sonrojado y la boca entre abierta, su cabello enmarañado la hace ver más sexy aún, y ni hablar de su mirada conectada con la mía...

Madre mía.
Juro que podría caer en un orgasmo si sigo mirándola.

Saco mis dedos de ella.
La acomodo en el sillón, una vez que estoy arrodillado en el suelo y abro sus piernas a tope, deleitandome con la vista que tengo.

Ansiaba volver a tenerla así para mí desde lo que hicimos la primera vez, o bueno, quizá desde que la conocí por fin en esa cafetería.

Paso mi lengua por todo el sexo de _____________, sintiendo como reflejo, sus manos en mi cabello. Beso su sexo con desesperación, deseo hacerla venir, en mi boca, en donde demonios sea, quiero que se corra para mí.

Alzo mis manos hasta que llegan a sus pechos, los presiono, sin dejar de mover mis labios contra su intimidad.

Sus gemidos hacen que me ponga cara vez más duro.

Succiono su clítoris, y procedo a enterrar dos dedos dentro de ella, volviendo al ritmo de antes.

-Ross- gime– Te necesito dentro mío.

"Te necesito"
Sonrío.
Lamo su sexo por última vez, deleitandome con su sabor a gloria, y procedo a ponerme de rodillas con la espalda recta delante de ella.

Me bajo los pantalones, quedando en boxers, y apego su sexo contra mí, haciendola sentir toda mi dureza.
Tomo su cabeza con mis manos y la beso, encargandome de comer su dulce boca.

______________ comienza a mover sus caderas contra mí. Gruño. ¿Por qué es tan perfecta?

Nos separamos.
Me bajo los boxers que estoy usando, y vuelvo a mirarla, su mirada está en mi glande. Río.

-Ross, me va a doler.

Asegura ella.

-Claro que no- la contradigo de inmediato– Ya no eres virgen ¿verdad?

-No lo soy pero...

-No te dolerá preciosa.

La interrumpo.
Coloco mi erección en su húmeda vagina, y la froto, observando los pechos de ____________ moverse de arriba a bajo gracias a su respiración.

-Ross, hazlo ya.

Me dice, extasiada.
Sonrío.
Sin dejar de frotar mi glande en su vagina, procedo a besar sus pechos nuevamente, mojandola aún más.

Muerdo su pezón derecho.

-Ah- gime- Ross...

La penetro antes de que pueda volver a quejarse, dejándola sin respiración.
Sonrío, admirando su increíble belleza.

Sintiéndome como si fuese el mismísimo rey del mundo. Creo que ni esas palabras pueden describir lo bien que me hace sentir mi ___________.

La miro a los ojos, conectando nuestras miradas.

Hace mucho tiempo que no solía sentirme así de bien, y no lo digo por el hecho de estar teniendo sexo, sino porque... me siento tan completo teniéndola a mi lado. Sé que la situación y el por qué la conocí son una mierda, pero todo eso puede cambiar, ¿cierto? 

Digo, aún no he hecho nada de lo que tenía planeado junto a Germán, a excepción de revelar que __________ consume, o bueno, consumía.

Me muevo dentro de ella, teniendo mucho cuidado de no hacerle daño. Sé que ya no es virgen, pero de igual forma no quiero que piense que soy un maldito desquiciado sexual que se encarga de poseerla como si fuese la última vez que va a tener sexo en el mundo.

-Más rápido.

Murmura, cerrando los ojos. 

Gimo.

Verla desnuda, jadeante, y llena de placer definitivamente se convertiría en una adicción para mí.

La penetro con más fuerza y más rápido, los gemidos de la bonita no tardan en aumentar al igual que mis gruñidos. Me aferro a sus caderas, sintiendo el movimiento de estas contra mis manos.

Beso a __________, con emoción en mi corazón.

Seguimos así por largos minutos, acariciando nuestros cuerpos. Entregándonos amor de la misma forma que placer, hasta que ella llega al orgasmo, bañando mi glande con su deliciosa crema, haciéndome recordar algo.

-No usé protección.

Le digo. 

De inmediato ella frunce el ceño.

-No te preocupe- ríe, haciéndome aliviar- Vente dentro mío, quiero sentirte.

La penetro con más fuerza aún, adueñándome de ella. Sus gemidos se vuelven más fuertes y sus rasguños en mi espalda más intensos, haciendo que no tarde mucho en llegar al jodido paraíso.

Salgo de ella con cuidado, y me recuesto a su costado, comenzando a sentir algo de frío debido a que no tenemos ni una manta con la cual cubrirnos.

Recuesta su cabeza en mi pecho.

La beso.

Tengo que aceptar otra cosa que siento además del frío. Un enorme cariño por ____________.

¿Ya para que negarlo? 

La observo, sus ojos están cerrados, su respiración agitada se mezcla con la mía. Sonrío.

No recordaba lo que se siente querer a alguien de esta manera... sé que estuve con Khali por mucho tiempo, y sí, solía quererla, pero todo ese amor que solíamos darnos se transformó en celos estúpidos y discusiones continuas, haciendo que deje de quererla poco a poco. 

Y por alguna razón, veo a ____________, y sin que haga nada me dan ganas de quererla para siempre y cuidarla... no hacerle daño. 

Dudo muchísimo que el tipo de relación que tenemos llegué a cambiar en algún momento... quizá podríamos hasta estar en una relación por años y seguiríamos siendo los mismos. 

Por esa razón creo que lo mejor sería hablar con Germán y cancelar el plan que inició hace unos meses atrás.

Podría pagarle para que me dé toda la información que tiene de ella y de su familia, para poder destruirla y que no quede ni un solo rastro de esta.

O simplemente pagarle y decirle que no haga nada, me encargaría de darle el dinero suficiente como para que inicie una nueva vida en cualquier país en donde quisiera vivir. 

Sí...

Porque a estas alturas, no me creo capaz de poder lastimar a ___________. 

Al revelar todas las cosas de su padre, causaría un jodido mal no solamente en ella, sino también en toda su familia, por más que Robert se lo merezca, ___________ merece ser feliz, hoy y siempre, por ello me encargaría de llenarla con felicidad, para que poco a poco se aleje de el hijo de perra de su padre.

Y quién sabe, quizá podríamos ser felices, y no por años... sino para toda la vida.

-___________.

Susurro, sin dejar de mirarla.

-¿Si?

-Te quiero... te quiero con locura.


Frustrado; Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora