Una bufanda al cuello y estoy de salida. Atravieso la puerta tras un abrazo de despedida. Unos metros más tarde giro para darme cuenta, de que en la ventana su mirada me sigue hasta verme desaparecer en la niebla. Sonrío y pienso en medio del silencio, que si eso no es amor, no se que lo sea.
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Versos Imperfectos
ŞiirPracticando el arte de alabar las cosas ordinarias Esas pequeñas cosas que nos llenan el alma y nos dan vida.