Capítulo 6: Un baile maravilloso

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"Si buscamos a profundidad darle solución a un problema, siempre encontraremos un camino"

-Lakewood, febrero 17 de 1912-

Los párpados de Candy pesaban tanto que sentía que en cualquier momento se cerrarían y se quedaría dormida en la bañera. Un bostezo escapó de su boca, y aunque por etiqueta debía ocultarlo, estaba tan cansada que no se molestó en disimular para nada.

- Candy, te notó exhausta. ¿No pudiste dormir anoche?-

Anne, en la bañera continua, la observaba con una mirada impregnada de curiosidad y cierto resentimiento. No había dejado de mirarla de esa forma desde la noche anterior, cuando a mitad de la cena, habían llegado dos invitaciones para el baile de los Andrey.

...

La tensión en la mesa de las Britter era casi palpable, pero al parecer nadie parecía dispuesto a admitirlo de esa manera. Richard Britter, observaba con mirada inquisitiva de su esposa, a su hija mayor. Aunque aparentarán normalidad, él intuía que algo había pasado, pues solo se dirigían la palabra si era estrictamente necesario y no se miraban directa la cara. Si bien, en un principio había decidido dejar que lo arreglaran solas, la situación le había incomodado tanto, que estaba apunto de encararlas y ponerle fin al silencioso conflicto.

Más no llegó a decir nada pues una de las criadas irrumpió en el comedor, trayendo consigo dos invitaciones. Se había sorprendido, pues recordaba que Jane le había dicho que ya habían sido invitados, y creyendo que era un error estuvo por mandar a un criado a notificar el asunto. ¡Que sorpresa se llevaron todos cuando la criada hizo la aclaración de que eran invitaciones para la señorita Britter!

Candy tardó varios segundos antes de reaccionar y entender que era ella, y aunque al principio creyó haber oído mal, las miradas de su familia le hicieron confirmar que no era así.

- Candy, ¿cómo es que conoces a Archibald y Alistear Crowell?- había preguntado asombrada la señora Britter.

Anne, que siempre guardaba una perfecta compostura y parecía poseer una tranquilidad imperturbable, se levantó de un salto de su asiento mirándola con los ojos bien abiertos.

- Pues me he cruzado con ellos un par de veces...- había sido la escueta respuesta de la joven.

- Ya veo... en ese caso y en vista de que tienes una relación tan buena con esos señoritos, debes responder de inmediato. Tienes permiso de ir a tu recámara- instruyó su madre sin haber salido de su sorpresa.

Jane Britter siempre creyó que si alguien habría de abrirles paso entre relaciones tan importantes sería Anne, y no Candy quien lo hiciera. Por otro lado, Candy se había levantado y recibido las invitaciones. Se sintió un tanto culpable y confundida al ver la mirada herida de Anne. Pero en ese momento se sentía tan contenta, que decidió dejar para después aquello.

Subió a su habitación y salió al balcón apretando contra su pecho las invitaciones. Su alegría fue tanta que unas cuantas lágrimas resbalaron por sus mejillas. Comenzaba a tener amigos, y el mundo de la alta sociedad empezaba a ser menos solitario.

...

- No te preocupes por mí Anne, solo es que estaba nerviosa por el baile de hoy. Será nuestra presentación en sociedad, y no quiero cometer un error y seguir molestando a mamá- contestó Candy a la pregunta de Anne.

- Se que lo harás muy bien... después de todo, si le has agradado a los señoritos Crowell, quiere decir que podrás defenderte-

- Sobre eso Anne, perdóname por no haberte dicho que los había conocido- comentó la muchacha tanteando el porqué de la molestia de su hermana con ese tema.

La hija de los Britter (Candy White por siempre I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora