Capítulo 10: El fin de la soledad

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"Busca mis caminos, sígueme... llámame Candy"

-Lakewood, mayo 26 de 1912-

Los expresivos y verdosos ojos de Candice Britter, eran poco o nada lo que podían ocultar de sus sentimientos. Un buen ejemplo era aquel preciso momento. En ellos su reflejaba el tormento que representaba para ella sostener esa fina taza de porcelana. ¡Cómo detestaba esos frágiles trozos de marfil, ridículamente caros! Siempre había envidiado la forma en que esas cosas parecían haber sido hechas para ser usadas por su hermana. En cambio, en ella parecía que habían sido hechas para que las destrozara. Por lo que se concentraba todo lo que podía al levantar la taza para beber la caliente bebida.

- ¡Me alegra que hayan podido venir! No me hizo mucha gracia pensar en pasar toda la velada, solo en compañía de los Legan- Stear Crowell se sentó cerca de las hermanas Britter, al tiempo que las miraba con gesto de sincera gratitud.

- Nuestros padres han tenido que salir de Lakewood y pensaban llevarnos con ellos, pero los hemos convencido de dejarnos para poder asistir a tu tertulia, Stear- Anne sonrió hacia el muchacho.

Desde el accidente en la cascada de Candy, Anne por fin se había abierto hacia los chicos, haciendo pequeñas cosas cómo llamarlos por sus nombres.

- Después de todo, no siempre uno de mis amigos cumple 15 años. Esta elegante reunión no me engaña, yo se que debes tener algún invento para que probemos más tarde- Candy guiño un ojo hacia Stear, y los tres rieron.

- ¡Sabía que no sería lo mismo sin ti!- Stear río y habló fuertemente, siendo silenciado por el ocupante del banquillo del piano.

- Stear, Anthony y yo nos matamos ensayando esta canción para interpretarla en tu fiesta. Cierra el pico para que empecemos de una vez- Archie había tomado un aire solemne mientras acomodaba sus dedos en las teclas.

- ¡Calma Archie! Ya sé que te encanta lucir tus dones musicales, así que no finjas que en parte lo haces porque te gusta. Solo me callaré por Anthony, quien solo a sido un daño colateral en tu espectáculo-

- Lo hago con gusto, primo. Pero un poco de silencio no vendría mal. Por cierto, me disculpo de antemano por mi interpretación, no soy muy bueno cantando, pero lo intentaré- Anthony sonrió para luego esbozar una mueca de incomodidad.

- ¡Será maravilloso, Anthony! De niños recuerdo que tenías una gran voz, seguro no ha cambiado nada- Eliza Legan no perdió oportunidad para alagar al rubio, mientras que su hermano solo rodó los ojos.

- Gracias, Eliza. Pero no lo posterguemos más- Anthony contestó amablemente como se esperaba, pero por alguna razón el corazón de Candy se comprimió.

Si hubo una razón por la cual Candy no había querido asistir a la tertulia de Stear, era el miedo que tenía de enfrentar a Eliza Legan. No había decidido que actitud debía tomar ante sus constantes y francos tratos malintencionados, y tampoco había comprobado la veracidad o falsedad sobre su compromiso con Anthony. Solo algo era claro, Candy no se apartaría de aquel joven que comenzaba a cantar, siendo acompañado por el armónico toque de Archie en el piano.

Ciertamente, Anthony no tenía una voz impresionante, pero se notaba que estaba bien educada. Candy entonces se olvido de todos en la sala, para ella solo estaba su príncipe de las rosas. Anthony y Archie parecían divertirse mientras interpretaban la canción, la complicidad entre ellos era notoria. Hizo saber su observación al mayor de los Crowell.

- Es curioso ¿no?... bueno, lo es para mí. He sido el principal observador de sus relación. La verdad es que no siempre se llevaron tan bien. Cuando nos mudamos con Anthony, hacen ya casi cuatro años, Archie no congeniaba para nada con nuestro primo. Anthony creció mucho tiempo solo, es decir, no sabía lo que era que otros chicos vivieran con él. Se portaba muy serio y reservado, y Archie tan expresivo como es, no sentía mucha simpatía hacia su persona. ¿Quién diría que terminaría queriéndolo tanto? A veces me parece que admira más a Anthony, de lo que me admira a mí- Stear dirigió una mirada de cariño hacia quienes consideraba sus hermanos menores.

La hija de los Britter (Candy White por siempre I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora