Amigos como él

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Miró al reloj eran las 6 de la mañana, se acomodó un poco en aquella cama en la cuál le habían dejado dormir, aún no estaba listo para que le olieran, no todavía. Suspiró ante el recuerdo de sus padres y una lágrima silenciosa se resbaló por su mejilla.

Respiró profundamente apreciando el olor a pino que desprendía la cama, era la cama de Ushijima, él se había ido a dormir en otra habitación para dejar a Kageyama tranquilo - se levantó y se arregló - tomó sus cosas y se fue a duchar al llegar a las duchas habían unos pocos alumnos que le volteaban a verle, se duchó y cepilló sus dientes se secó el pelo al terminar se encaminó al comedor para tomar el desayuno, se acercó a la mesa del Karasuno ahí pudó ver que Asahi, Suga y Ennoshita ya se encontraban allí.

Buenos días — dijó haciendo una leve reverencia para luego sentarse, Asahi pudó persivir un olor a pino que supuso que era de Ushijima.

— ¿Cómo dormiste Kageyama? — preguntó Asahi.

— Bien muy cómodo de hecho. — respondió tranquilamente Kageyama.

Asahi sonrió al escuchar eso y movido por la curiosidad preguntó — ¿Cómo conociste a Ushijima? Claro, si quieres contarlo... —

Le agradaba Asahi - siempre calmado, muy amable y gentil - Kageyama lo pensó un momento para luego decir — Es mi destinado —

Al escuchar eso Asahi procesó unos segundos y luego sonrió dulcemente — Me alegro que lo hayas encontrado ¿son pareja? —

Kageyama negó mientras comía su desayuno y después de ingerir los alimentos que tenía en su boca dijó —ayer fue la segunda vez que hablamos, ademas creo que me gustaría conocerlo mejor. —

Asahi asintió de acuerdo — tienes razón, cosas tan importantes no se deben tomar a la ligera. —

Hablaron un poco mas de cosas triviales, Kageyama se dió cuenta que aquel alfa era muy amable y tierno - lo cual le agradó - hablaría más seguido con su sempai.

Luego de eso se levantó y despidió con la mano para encaminarse hacia el gimnasio y empezó a practicar sus saques, le sorprendía lo grande que era aquel gimnasio, pero le gustaba.

Luego de eso llegaron uno que otro jugador y empezaron a practicar, cuándo sintió una mirada sobre él se giró buscando quién le observaba y vió al pelirojo electrico de Shiratorizawa lo observaba con detenimiento, se acercó y pregunto — ¿le puedo ayudar en algo? —

Sonrió de una manera rara pero a Kageyama no le disgustó.

— Wakatoshi-kun... parece que lo conoces ¿ustedes son amigos? — dijó observandolo, Kageyama no sabía qué responder por lo que le respondió con total sinceridad — no lo se. — el mayor encarnó una ceja para luego decir, con voz apenada y algo deprimida - algo muy impropio de Tendou - — Él.. gusta de ti..nunca lo había visto así con nadie, me costó mucho que se abriera a mi —

El menor se sintió algo incómodo, pero sobretodo culpable ¿porqué le contaba eso?

sabes... tú me lo estas robando. Él no te quiere como tal, solo es por que son destinados, de no ser por eso... no se fijaría en ti. — al decir estas palabras frías y cortantes con tal desprecio - el menor se sintió mal - sintió su corazón encogerse mientras sentía su confianza derrumbarse... pero era cierto, de no ser su destinado ellos nunca-- nunca--..

Sus piernas temblaban, salió corriendo del gimnasio sin tener un rumbo en concreto - chocó con alguien - no le importó, ni siquiera se disculpó y siguió corriendo hasta estar muy lejos del gimnasio y de todos, estaba cerca de una de las murallas que delimitaba el fin del terreno de la academia.

Empezó a llorar de una manera desgarradora - ¿porqué dolía tanto? - se sentía al borde de un ataque de pánico. Pero entonces sintió a alguien correr detrás de sí, se giró y pudo divisar a Hinata - parecía preocupado - al verlo llorar, Hinata caminó lentamente hacía él y lo abrazó, soltando su aroma a naranjas, Kageyama tembloroso correspondió el abrazo y siguió llorando recibiendo caricias en la espalda por aquél pequeño gigante.

No sabe en que momento ambos se quedaron sentados en el suelo aún abrazados, el olor a naranjas no le hacía sentir cálido, pero si sentía confianza, se sentía mucho mejor.

Hinata le acariciaba la espalda mientras Kageyama temblaba levemente — Hinata... ¿Porqué eres mi amigo? — Hinata no entendió la pregunta pero dejó al menor seguir — si fueras de otro equipo ¿seríamos amigos? me podrías soportar... ¿con toda la basura que arrojo por la boca? — Kageyama iba a seguir pero sus lágrimas le hacían tartamudear y sollozar Hinata le detuvo y le dijó mirándole a los ojos — pero si estamos en el mismo equipo, si somos amigos y rivales, sería tu rival no importar el qué, siempre te admirare no importa qué, además con tu personalidad eres divertido ¿con quién pelearía si no? — sonrió suavemente era bueno tener amigos como él..

— Gracias, idiota. —

El águila y el polluelo de Karasuno (Ushikage)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora