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Fuck you⛓
Narra T/N
4:50 de la madrugada, tengo mis maletas al lado y estoy esperando a que lleguen por mi para irnos al aeropuerto.
Honestamente siempre he disfrutado mucho todas las misiones que me ha puesto Vinnie, desde la primera hasta la última, amo los nervios y la adrenalina que se siente, claro ninguna tan "riesgosa" como la que estoy apunto de empezar. En esta misión no siento lo mismo que he sentido en las demás, no es porque sea más peligrosa, si no porque tendré que trabajar con ese tal castaño y como ya dije antes, trabajo sola, pero bueno, solo es cuestión de ignorarlo y hacer toda la misión yo sola.
Escuchó el auto llegar, tomó mis maletas y le doy un último vistazo a mi pequeña casa, voy a extrañar este acogedor lugar, pero bueno, ¿qué más da?, voy a Miami.
Cierro la puerta con llave y me dirijo hacia el auto que me espera, el chofer toma mi maleta para enseguida abrirme la puerta dejando a la vista a ese maldito chico, suspiro y me siento lo más alejada posible de él.
El chofer cierra la cajuela, se sube al auto y comienza a conducir rumbo al aeropuerto.
A Payton parece no importarle que estoy ahí, no es como que me importe a mi la presencia de él pero ni siquiera me dijo un "buenos días" en el momento en el que subí al auto.
El solo mira su teléfono sin emitir ni un solo sonido, mejor para mi, que se calle que su voz me aturde.
Pocos minutos después llegamos al aeropuerto, el chofer baja nuestras maletas y nos da nuestros pasaportes falsos, nos da también una tarjeta de crédito a cada uno para los gastos del viaje, por último se despide y se va.
Me adentro al aeropuerto dejando al insoportable atrás, el solo toma sus maletas y camina detrás mío.
Nos formamos para abordar el avión, él sigue hipnotizado en su teléfono, y ahora que me doy cuenta su ropa no es nada discreta, trae una gabardina negra, unos jeans del mismo color rotos, unos tenis rojos, un reloj, un montón de anillos, el mismo collar de ayer, y unos lentes negros, cualquiera que lo vea pensará que es un mafioso o narco, le queda la pinta de ambos.
En cambio yo vengo muy básica, unos jeans pegados color azul claro con una pequeñas rupturas en los muslos y rodillas, un top blanco de tirantes y una pequeña chaqueta de mezclilla, unos tenis muy cómodos y nada llamativos, yo si me veo como alguien normal, no como este pendejo que nos va a meter en un problema con la policía.
Finalmente toca que entreguemos nuestros papeles, la señorita que nos atiende tiene sangre de perro, no para de verme mal y tomar todo de mala gana, como si fuera mi culpa su maldito trabajo.
