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I don't even need you⛓
Narra T/N
Iba camino hacia la mansión de mi jefe, es un narcotraficante mafioso y mujeriego, pero honestamente me cae bien, he trabajado para él desde que tenia 14 años, fue el quien me metió en este mundo, él me entreno, me cuido, hasta que yo empecé a ganar dinero y pude comprarme mi propia casa, no es grande, ni mucho menos bonita, pero al menos tengo un techo en el que vivir.
Fue él quien me cuidó desde esa noche en la que asesinaron a mis padres, cuando yo tenía 14 años, teníamos muy baja economía, ambos se drogaban con la droga que se supone debían de vender, es por eso que los mataron, por suerte yo pude escapar esa noche, fue ahí cuando él me encontró, Vinnie, dijo que me había ayudado porque sabía que tendría el potencial para estas cosas. El es algo joven para tener tanto dinero, pero supongo que es cuestión de suerte.
Finalmente llegue a la enorme mansión color negro, va mucho con su personalidad.
Uno de sus guardaespaldas me recibió en la puerta gentilmente.
-Señorita T/N, el jefe la espera en donde siempre-yo asentí y me adentre en la mansión, subí hasta el estudio que era donde el siempre me esperaba, una vez ahí toque la puerta.-
-Pasa-dijo Vinnie al otro lado de la puerta, yo abrí esta, el estaba ahí como siempre, sentado en su silla color negro, con una camisa desabotonada del mismo color, su cabello despeinado y un cigarro en la mano, al verme una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.-
-T/N, pero que grande estás ya-me hizo una seña para que me acercara a él, me abrazó fuertemente y besó mi mejilla-toma asiento pequeña.-
-Honestamente Vinnie jamás me había tocado de manera indebida, él sería incapaz de hacerme algo.-
-¿Cómo estás?-tiro su cigarrillo al basurero y se sirvió un pequeño vaso de vodka-¿quieres?.-
-No gracias, jefe-el sonrió y comenzó a beber.-
-Ya eres toda una señorita, la última vez que te vi hace 4 meses todavía eras una niña...-estaba algo drogado.-
-Tengo 18, jefe-el rio.-
-Pero tienes cara de niña-se acomodo en su silla-bueno, ahora si directo al grano-siempre dice eso y se entretiene dos años fumando o bebiendo.-
-Tengo una misión para ti-prendió otro cigarrillo.-
-Bien, dígame qué es y lo haré por usted-dije como siempre lo hacía, pero esta vez él negó.-