Capítulo 14

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Ambos chicos de dirigieron a la habitación de Todoroki, en silencio, ya que todos se encontraban dormidos.

No tardaron mucho en llegar, sin pensarlo demasiado Midoriya se adentró en la habitación, Todoroki cerró la puerta detrás de ellos.

—Puedes sentarte— le dijo a Midoriya al ver que se quedó de pie sin hacer nada.

Midoriya le hizo caso, y lentamente sé sentó.

—Ay, duele— se quejó Midoriya, inmediatamente Todoroki se acercó a el, para ver qué sucedía.

—¿Qué fué lo que les sucedió a ustedes dos?— preguntó Todoroki, al ver de cerca las nuevas magulladuras y rasguños de Midoriya, y que antes no estaban ahí.

Cuando Bakugo le dijo a Midoriya que iban a hablar, al parecer se refería a irse a los golpes.

—Nos peleamos— respondió lo evidente.

—Eso veo, ¿a caso lo provocaste?— Midoriya movió su cabeza de lado a lado, en respuesta negativa— bueno, sea lo que sea, no puedo creer que hayas tenido energías para una pelea aun con tus heridas anteriores, eres un irresponsable.

Todoroki se levantó a buscar un pequeño botiquín de primeros auxilios que tenia en su habitación, rápidamente regresó con Midoriya.

—Todoroki-kun, no es nece... ¡Ay!— intentó negarse Midoriya, pero Todoroki ya le estaba limpiando las heridas del rostro— eso duele, Todoroki-kun.

Todoroki ignoró sus quejas y continuó con su labor, aún con los reclamos de Midoriya.

—Está listo, ahora, levántate la camiseta— ordenó Todoroki.

—Gracias, ¿pero para qué?— cuestionó Midoriya.

—Quiero ver si no te lastimaste de más la herida de tu costado, aunque ya estaba sanando.

—Todoroki-kun, ya te dije no es necesario.

—Midoriya— Todoroki se acercó a él y lo miró fijamente— quítate la camiseta— esbozó una sonrisa— ¿o lo hago yo por ti?.

Todoroki tomó los bordes de la camiseta de Midoriya, pero este tomó sus manos deteniendolo.

—No, está bien, y-yo lo hago— tomó con sus manos temblorosas los bordes de su camiseta, luego de que Todoroki retirara sus manos, y se la sacó.

—Bien, veamos, por aquí también tienes muchos rasguños— Todoroki quitó la venda del costado de Midoriya, qué cubría su herida. —Ah, qué bien, no te hiciste daño de nuevo. Bien, encarguemonos de esos rasguños.

—Todoroki-kun, no tienes que hacer todo esto.

—Quiero hacerlo, por ti— fué la respuesta de Todoroki.

Midoriya se mantuvo en silencio, pero tomó una onda respiración cuando sintió la mano de Todoroki en su abdomen. El la había puesto ahí de forma distraída mientras con su otra mano limpiaba sus pequeñas heridas.

La mano de Todoroki sé deslizaba por el cuerpo de Midoriya de manera inconsiente, y esto hacía que los latidos del corazón del peliverde enloquecieron.

—Midoriya, tengo una invitación para ti— dijo Todoroki mientras seguía pasando el algodón por los rasguños de Midoriya.

—¿U-na invitación?

—Ajá— dijo el bicolor— quiero que vengas a cenar a mi casa.

—¿¡Eh!?— exclamó Midoriya en medio de un grito.

Todoroki se detuvo, frunció el ceño y acercó mucho su rostro al de Midoriya.

—¿A caso quieres meternos en un problema? No grites— dijo en un susurro.

—Lo siento— Todoroki se alejó y le sonrío.

—Se que es repentino, pero mi hermana quiere que vaya a cenar a casa y me dijo que podía invitar a un amigo, no tienes que ir si no quieres.

Midoriya pestañeó repetidamente y sacudió su cabeza saliendo de su sorpresa.

—No, no, no es eso, es que me tomaste por sorpresa, será un honor acompañarte.

Eso hizo sonreír a Todoroki.

—Gracias, Midoriya. Y, ya puedes ponerte tú camiseta.

Todoroki se levantó y guardó todas las cosas que había sacado del botiquín.
Cuando volvió junto a Midoriya, le preguntó:

—¿Quieres quedarte a dormir aquí, Midoriya?.

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⏰ Última actualización: Nov 17, 2020 ⏰

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