Otra vez regresa, era cuestión de tiempo para que volviera.
Menos fuerte que ayer pero con más constancia.Con ganas de llorar todos los días, levantarme de la cama a la fuerza y no querer hacer nada.
Con miedo, tristeza y soledad, vivo mi día a día...
Ahí seguía esa espinita, ese pequeño hoyo escondido en alguna parte de mí, haciéndose lo que hace unos meses era un vacío.
Sin saber que estaba mal estaba bien.
Caí de nuevo, porque soy débil y seguiré igual siempre, pensando e imaginado lo peor, buscando soluciones aunque yo solo piense en una y la única que siempre me llega...
Quiero dejar de existir.