La noche llega, el insomnio se hace presente y los recuerdos... No dudan ni un segundo en hacerte sufrir.
El silencio es eterno, igual que la oscuridad.
Mirando al techo, tratas de callar tus lágrimas, y tus llantos caen en la almohada que abrazas con todas tus fuerzas.
Sientes escalofríos, la soledad te consuela pero a la vez es tu perdición.
Quieres sentirte segurx, tomas tú celular para ver los mensajes, no hay ninguno así como nadie vino en momentos de crisis.
Te odias por no ser lo suficientemente sociable.
Por no tener a alguien que escuche el silencio y pueda ver en la oscuridad.
Miras hacia la nada, pensando el porqué de las cosas, estás cansadx, tus ojos arden y estás temblando; ni estar debajo de las sábanas te tranquiliza.
Y así son todas las noches, el tener pesadillas despiertx.
