Después de varias décadas los vampiros pudieron sobrevivir a un sacrificio de una de las suyas. donde hay que dejar el pasado atrás y seguir adelante. Pero el pasado no te abandona, te persigue sin importar los años porque vives con la impotencia de...
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Habían pasado varios días después del aniversario de sacrificio de la pelirosa, las cosas seguida marchando normal en el castillo de Konoha, tres días después comenzaron a estar alertas todos los vampiros de la región ya que se comenzó a escuchar el rumor de que han encontrado cuerpos humanos, vampiros sin una gota de sangre y varias mordeduras, algunos con los órganos expuestos y miembros separados de su cuerpo, el corazón más que nada para los vampiros, gracias a esto Tsunade prohibió la salida del castillo a todos en Konoha.
Eso retraso un poco más a las chicas de querer ir al mundo mortal para buscar indicios que su amiga estuviera ahí, Karin por fin pudo quitarse el terrible olor que cargaba, pudo comenzar a tratar un poco más con el resto de las chicas y más personas con los días, al Uchiha casi no le gustaba ver a su novia junto a Suigetsu ya que pensaba que no tenía intensiones de solo amigos, lo conoció primero que a Karin cuando estuvo buscando a la bruja, por eso son buenos amigos, pero le gustaba verla con una sonrisa después de todo.
—¿Quieres comer tarta hoy? —Suigetsu preguntó mientras ambos caminaban por la cafetería
—Sí, pero quiero algo del café coagulado que tienen —Respondió
—Eso es asqueroso, Karin. —Habló
—Debes probarlo, no sabe tan mal —Contesto moviéndose en la fila, logró ver al azabache en una de las mesas junto a sus amigos.
Ambos tomaron sus platos con comida mientras caminaban entre varios estudiantes, Karin se detuvo mirando a cierto punto vacío frente a ella, al menos así lo veía Suigetsu, mientras Karin veía a una niña de cabello corto frente a ella quien le sonreía como si estuviera perturbada, segundos después dejó caer su bandeja que rompió el plato haciendo un ruido que todos voltearon a verla y después la ignoraron.
—Karin, ¿Qué te pasa? —Suigetsu la miró extrañado
La pelirroja intentó hablar pero su garganta se cerró haciéndola caer al suelo mientras tiraba su garganta, intentaba hablar pero lo que lograba era escupir sangre, Suigetsu tiró su bandeja inclinándose hacia la pelirroja que se retorcía ahora en los brazos de su amigo, Sasuke vio la escena y se aproximó lo más rápido que pudo.
—Karin, ¿Me escuchas? Mírame, Karin, mírame. —Hablaba. Era una escena bastante peculiar para todos los presentes
—Sientes que tu garganta se cierra y tus pulmones no quieren funcionar, te lo mereces por lo que hiciste. —Hinata apareció al pie de la pelirroja
—¡¡Hinata, detenlo!! —Exclamó el azabache
—¿Por qué? Debo tenerme después que destruyera la estatua de Sakura —Habló molesta
Karin no podía ver más nada salvo a la niña que la veía con los ojos bien abiertos, mientras tarareaba una dulce melodía, sentía que su corazón se aceleraba cada vez más.
