Después de varias décadas los vampiros pudieron sobrevivir a un sacrificio de una de las suyas. donde hay que dejar el pasado atrás y seguir adelante. Pero el pasado no te abandona, te persigue sin importar los años porque vives con la impotencia de...
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Sakura camino por todos lados del castillo gracias a que las chicas tuvieron que salir a misiones, lo único que le quedaba era practicar sola ya que Orochimaru también se había ido.
—¿Puedo hacerte compañía? —Sakura volteó a ver a Suigetsu
—Claro, ¿Tienes información para mi? —Cuestiono
—Karin tiene pensado conocer a Itachi y buscar la forma de ella misma pedirle matrimonio a Sasuke —Hablo lanzándole una botella. —Necesitarás beber algo después de esta noticia. —Hablo
—¿Matrimonio? —Cuestiono. —Debe estará loca si piensa que Sasuke aceptará —Respondió molesta bebiendo de la botella por completo
—Solo respira, te mantendré informada si llega a hacer algún movimiento extraño, tenemos un trato —Hablo
—Mientras ella no me haga daño yo no la lastimare, cumplo siempre mis promesas, Suigetsu y esta ni será una que no cumpla. —Contesto
Habían pasado varias semanas, Sakura no volteó a ver a Sasuke ni por un segundo después que le prometiera que la llevaría al mundo mortal lo cual no había cumplido, Suigetsu sigue reuniéndose con ella en las catacumbas para hablar un poco sobre cierta pelirroja que seguía poniéndole los pelos de puntas a Sakura, no podía soportar verla tan tranquila pegada al brazo del azabache quien parecía no incomodarle la cercanía.
Seguía bebiendo de las botellas de sangre que le ofrecía Suigetsu sin saber lo que en realidad tenía dentro, fingía beber con ella lo mismo cuando en realidad bebía algo distinto.
Una pesadilla seguía rondado en su mente, la dichosa hermana que tenía y de la cual no sabía absolutamente nada, comprendiendo que nunca le contó a Sasuke quien era su pareja en ese tiempo o a sus mejores amigas, no le quedaba salvo una persona a la cual recurrir.
—Para hablar conmigo debes sacar cita y si es para pedir salida al mundo mortal tendré que negártela —La rubia Contesto sin siquiera mirarla.
—Por más que quiera que recapacitara y me dejara salir, no vengo a hablar con usted sobre eso Lady Tsunade —Hablo.
—Bien, te daré unos minutos para que me digas que necesitas. —Levanti la vista a la pelirosa.
—¿Alguna vez mencione a una hermana? —La sola acción de Tsunade levantándose de su silla lo dijo todo. —Así que le conté, al menos le dije a alguien. —Exhaló
—Me contaste algunas cosas, dijiste que ella fue un experimento al igual que tú, por lo que llegamos a pensar que quizás no eras tú la de la profecía sino ella... Jamás dijiste su nombre; solo dijiste que la dejaste sola cuando huiste —Confesó
—¿Está segura que jamás dije su nombre? Llego a creer que ella podría ser la de la profecía y no yo. Significa que sus poderes son como los míos —Hablo
