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Las semanas pasaban y una de las celebraciones más esperadas estaban por llegar. Toda la ciudad con decoraciones espeluznantes y otras absurdas le daban la bienvenida a Halloween y como era de esperarse las escuelas tampoco se quedaban atrás.

Félix con sus mechas de cabello entre sus manos jala estos mismos con desesperación al pensar en que tipo de disfraz llevaría para la fiesta que la institución había organizado para ese mismo sábado treinta y uno de octubre.

—Te juro que estoy al borde de la locura, no se que ponerme. — habla Lee buscando en una de las revistas más prestigiosas algún tipo de vestuario que le guste, sin embargo todo era en vano gracias a disfraces absurdos o en pareja y no quería quedar como estúpido.

—Ni yo, estoy que me pongo el disfraz de flor que tenía en el Kinder. — agrega Kim, quién se une a la desesperación de ambos chicos en buscar algo sumamente bueno.

—Ni se diga, yo buscando algo que pueda impresionar a Chris estoy considerando en buscar un disfraz de enfermera. — menciona Yang ojeando algunas páginas en otra revista.

—Que asco, no te imagino con esa cosa puesta. — Félix admite con total sinceridad dejando a un lado todas aquellas opciones variadas y rendirse en el intento de buscar algo único.

—¿Que acaso no haces estupideces cuando amas?.

Silencio. El trío de chicos se dedica a pensar aparte. La idea de encontrar algo que pudiera combinar entre los tres no había funcionado para nada y ahora se encuentran en la misma manera buscando algo diferente.

—¿Y si no vamos y solo nos dedicamos a pedir dulces como niños de seis años en vez de andar viendo las caras de estos estúpidos por un día más?. — propone Seungmin, sacando una barra de chocolate de su bolsillo y llevar este mismo a sus labios para esperar la respuesta de sus dos amigos.

—¿No crees que estamos grandes para eso?. — Está vez es Jeongin quien habla, el menor de todos, quién parece desinteresado con la idea pero muy dentro suyo se muere de ganas.

—Yo no sé... — Lee suspira, todo ese rollo ya le tenía con dolor de cabeza y su vejiga pedía a gritos ser evacuada. — iré al baño, luego vuelvo, mientras sigan pensando en cualquier estupidez. — se levanta con el bolso en el hombro. —Menos cosas raras donde claramente nos puedan sexualizar, Jeongin por favor.

El menor le dedica un puchero junto a su lengua que segundos después se ve afuera de su boca en una mofa.

Félix ignoro aquello camino a los baños casi corriendo o sino existiría un accidente en los pasillos.

Y todo se fue al carajo cuando el cartel fuera de los baños escolares advertía la entrada gracias al mantenimiento.

—¡Fuck!. — Sus manitas entre sus piernas y estás mismas ejerciendo un pequeño baile para poder aguantar un poco más, cosa que creía casi imposible.

—Psss.

Félix voltea en un intento de visualizar a quién lo llama en tan desesperante momento, sin conseguir el dueño de aquel sonido se voltea a seguir bailando para no hacerse en los pantalones.

—¡Ey, Félix!.

Lee totalmente cansado pasa su mirada por el gran pasillo lleno de gente cerca. Nadie se encontraba ahí o simplemente estaba ciego.

—¿Quién eres y qué quieres?, Sal ya. — demanda el pecoso aún en su labor de encontrar a la persona que tanto insistía.

Un Christopher salió de los arbustos que se encontraban a algunos metros, arreglando su cabello rizado y quitando unas ramas de este mismo.

Siete Minutos En El Paraíso - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora