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Hyunjin rueda nuevamente en la cama. Félix le había dicho que podía dormir en cuarto de sus padres, acepto sin problema. El único inconveniente es que el insomnio ya hacía parte de él y la lluvia de fondo tampoco ayudaba de mucho.

Trato de cerrar sus ojos para poder dormir así sea un poco, el dormir en una casa ajena no era de su preferencia, pero gracias a su estupidez y su mala memoria le tocó está vez hacerlo. No tenía más opción.

Sin embargo mentiría si dijera que se sentía incómodo, al contrario, se siente bastante bien.

—¿Puedo dormir contigo?. — una voz temblorosa suena desde la puerta en la habitación. Su mirada se dirige a un Félix asustado apretando la daban entre sus manos.

—¿Por que?. — se atreve a preguntar, riendose del estado contrario y de la ternura que le genera.

Félix se ve incómodo, prefiere no contestar. Hyunjin asiente sin problema, teniendo en menos de un minuto al peli-naranja a un lado suyo apenas el trueno resuena en sus oídos.

Varios minutos permanecieron en silencio, Lee solamente escondiéndose bajo las sábanas apenas un trueno aparecía, Hyunjin riéndose y el insomnio siendo parte de ambos chicos que no tenían nada más bueno que hacer.

—¿Y si jugamos uno?. — propone Félix, en medio del silencio incómodo para él, sin mirar a Hyunjin en lo absoluto.

—vale.

 

—¡Uno!

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—¡Uno!. — grita con orgullo Hyunjin con la única carta en sus manos.

—¡Eso no se vale!. — reprocha Lee, terminando de tragar las papitas que ya hacían en su boca.

Félix teniendo su última esperanza para poder ganar mira a Hyunjin con burla, tomando la carta que le ayudará a obtener la victoria entre su mano sin que el pelinegro logre verla.

Hyunjin estaba convencido de que aquella partida sería suya, hasta que el peli-naranja posiciona sobre su anterior carta un +4, dejando caer su mandíbula de impresión y casi de inmediato un puchero formarse en sus labios al ver que estaba perdido.

—¡Come cuatro, tonto!. — recalca Lee con una sonrisa satisfactoria en su rostro.

La última hora entre insultos, indignación, victoria, diversión y burla fueron pasando demasiado rápido. Siendo casi las doce de la noche aún no podían dormir.

Sentados en el sofá veían una película, sin nada más que poder hacer ya se habían acabado la mayoría de comida que Félix tenía, los juegos de mesa para ambos le eran aburridos, solo era su única opción.

Manteniendo la distancia ambos observan concentrados en la trama de la película, Félix por su parte se sentía identificado totalmente con uno de los protagonistas.

Aquella pobre chica que tanto ruega internamente por el amor del chico le conmueve, la manera en la que pide pero no sé atreve a algo realmente. Se siente tonto.

—¿Estás llorando?. — pregunta Hyunjin, acercándose peligrosamente a su rostro para verificar en la oscuridad de la sala las gotitas de lágrimas bajar por sus mejillas.

Con la manga de su camisón Félix limpia todo ese rastro de tristeza que se deslizan por sus mejillas, sin saber porque los brazos ajenos envuelven su pequeño cuerpo de imprevisto, abriendo sus ojos ante tal cosa.

No lo vio venir, sin embargo le abraza de igual manera, quizás el abrazo para el peli-naranja no significaba nada, para él, si y mucho. Su corazón late con rapidez y una sonrisa involuntaria aparece en su rostro de inmediato.

—Gracias.

—No es nada. — dice Hwang sin separarse. Al contrario, pide quedarse ahí por la calidez que siente en ese momento, algo tan bonito y tan extraño.

Hyunjin separa su rostro del cuello ajeno, observando la bonita constelación en las pecas de Lee, tan hermosas podía decir.  Aquellos ojos pequeños llenos de un brillo indescriptible, bajando hasta sus labios. Esos mismos que probó la noche de ese sábado, extrañamente con ganas de más.

—¿Puedo?. — pregunta antes de hacer una estupidez, realmente tiene curiosidad de saber si sentiría lo mismo que aquella vez.

—¿Puedes que?. — Félix no entiende o más bien no quería hacerlo, fingía ser inocente a lo que fuera hacer el pelinegro.

—Esto.

Dijo Hyunjin antes de cortar los pocos centímetros que los separaban, juntando sus labios sin moverlos.

Siendo Hyunjin tomando la iniciativa para comenzar un ritmo lento, Félix en shock tratando de seguirle torpe. Las manos de Lee apretando la camiseta del más alto y las mariposas en su estómago revolotear sin control.

En cambio Hyunjin sentía algo que realmente le gustaba, no entiende de como, pero solo quería perderse en esos labios adictivos hasta quedarse sin aire. 

—Creo que si soy gay. — habla Hyunjin apenas se separan, con el sentimiento extraño dentro suyo que con las chicas ya no sentía.

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KSBsksbsk dos capítulos en uno. Se lo había prometido a alguien por ahí, sabe quién es así que... ª

Si les gusta el chanjin, tengo una historia disponible en mi perfil. Y muchas más que podrían ser de su gusto:))) denle una oportunidad por favor:(

Espero les haya gustado (aunque lo dudo). Pero bueno. 💖

Tengan una bonita noche.

Siete Minutos En El Paraíso - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora