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Félix esperaba impaciente a que el dia en el que Hyunjin se acercara y le pidiera su número llegara por fin. Hasta se había tomado el tiempo de repasar en su mente lo que diría sin sentirse estúpido o que las palabras por lo menos salieran en el orden correcto. 

Pero no, toda la semana no lo había visto desde aquella vez, ni en los recesos, tampoco con sus amigos y una sensación de preocupación crece dentro de el donde su mente le juega una mala pasada imaginando cosas trágicas. 

—¿Y si se lo tragó un tiburón?, ¿si por estar de idiota se cayo de un quinto piso y ahora esta en un coma luchando por su vida y yo aun estoy aqui esperando a que llegue como un caballero a revelar su amor por mi?— Habla Félix preocupado, a través de la línea Jeongin bufo y Lee solo se digno a comerse las uñas dejando a su mejor amigo en altavoz mientras seguía pensando en ideas de la posible desaparición de Hyunjin. 

No seas tonto, quizás solo está enfermo y por eso falto a clases estos últimos tres días. — Quizás Jeongin tenía la razón, pero prefería seguir pensando en posibles razones para llorar por Hyunjin y el por que de su ausencia. 

Su estómago suena, ya eran las tres de la tarde y ni el desayuno había probado, quería negarse a comer, realmente no lo haría. Pero la manera en la que sus paredes estomacales son atacadas por el ácido de este mismo y como arde le hicieron levantarse de su silla, dejar su tarea de matemáticas y buscar en el estante alguna barra de granola o cereal con que comer. 

Fueron minutos los suficientes para que se encontrara pendiente a su estofado en el fogón, sabía claramente que solo comería cosas pequeñas, pero la tentación fue más grande al ver su nevera llena de tanta comida que no sería desperdiciada. Su habilidad culinaria no era maravillosa, pero lograba defenderse y por lo menos podía estar seguro que no quemaría su comida y estaria comestible.  

—Mierda. — Maldijo apenas vio como definitivamente era un asco en la cocina. El color casi negro abundar en todas partes de el estofado y no tenía tiempo para poder hacer otro. se lo tenía que comer así. 

Con un puchero en sus labios y sus ojos desbordar tristeza se sienta nuevamente, esta vez en la mesa que ya hacia en su comedor. Tomando la primera cucharada de comida, a pesar de casi quemarlo se sentía delicioso, o eso podía decir el. 

Sintió como el sonido del timbre retumba en sus oídos, frunciendo el ceño al pararse a averiguar quién era la persona que se atrevía a interrumpir le en medio de una comida. Acercándose a la puerta con pasos rápidos importando poco que lo vieran en aquel estado. 

Con una pijama de Scooby doo, el cabello despeinado y sus ojos decaídos con ojeras bajo estos gracias a que la noche anterior se la había pasado en una videollamada con Jeongin hablando de estupideces y ayudando a Seungmin con su tarea de ingles. literalmente las pocas dos horas que ha dormido se notaban en su mal humor apenas abre la puerta casi insultando al pelinegro de pie frente a su puerta. 

—¿Que carajos quie... Hyunjin.  — Una risita nerviosa se hace presente, con una de sus manos ocupadas tratando de arreglar sus cabellos desordenados y ocultando su cuerpo detrás de la puerta. 

Sinceramente piensa que Hyunjin llega en sus momentos más vergonzosos. 

 —Scooby doo, bonita pijama.  — dice Hyunjin entre pequeñas risas, divertido de cómo los mofletes contrarios casi instantáneamente se tiñen de un color carmín y de lo adorable que le ha parecido el chico.  

 —¿Que haces aqui?, ¿como conseguiste la dirección de mi casa? — pregunta con cierta curiosidad, es imposible que Hwang supiera donde vivía, jamás se lo había dicho y no quería pensar en las razones por las cuales se encontraba ahí. ¿Realmente ha llegado ahí a revelar su amor?, ¿como en sus sueños?. 

Siete Minutos En El Paraíso - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora