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Y ahí se encontraba él, entre el largo pasillo en medio del gentío tratando de poder ver algo que le guste.

Sus manos pasaban por las telas de cada vestuario, siendo casi imposible poder seguir su paso con tranquilidad gracias a lo lleno que se encontraba el local ese día. Quizás no fue buena idea ir a comprar un disfraz un día antes de halloween.

Se rinde en el intento de encontrar algo adecuado, con Hyunjin no habían acordado en si llevar algún vestuario que combinará por lo que decidió seguir sus gustos sin problema. Por un momento paró a reírse de la manera en la que Hwang le había propuesto salir ese sábado, en el cubículo del baño le ha contestado que sí y no podía mentir que se sentía como un novia apunto de casarse.

-¿Ya nos podemos ir?, No hemos almorzado y no encuentras nada aún. - se queja Jeongin, quien completamente se arrepiente de acompañar a su mejor amigo en comprar su disfraz, aunque no podía quejarse por qué Félix le daría la mitad para el suyo.

-Creo que sí, aún no encuentro nada que me guste. - suspira cansado. Se habían llevado más de medio día recorriendo cada local de la cuidad. Tampoco han hecho paradas para comer algo y los estómagos de ambos pedían comida más que otra cosa.

Saliendo de allí con las manos vacías al igual que las demás tiendas buscan algún lugar que este a su alcance para poder saciar su hambre. Además de que Jeongin le estaría molestando en todo el camino si no encontraba algo rápido.

Optaron por una cafetería cercana, se habían cansado de caminar y fue lo mejor que encontraron en ese momento. Jeongin buscando como un niño pequeño el asiento junto al gran ventanal decorado con telarañas falsas y algunos insectos que con solo verlos Félix se estremecía.

-Listo, a ti te pedí una tarta de mora y una malteada. - habla Lee, sentándose frente a su amigo desparramando el cansancio al tumbarse en aquella silla algo incómoda.

-Gracias lixxie. - contesta el menor, dejando ver sus frenillos. - por cierto, Chris me invitó al baile, ¡Ih!. - su chillido de emoción resuenan en el lugar, llamando la atención de casi todos. Típico de Yang.

-Creo que era más que obvio, dale con toda tigre. - se une a reírse igual, ambos tenían lo que querían.

Sonaba bastante tonto, pero finalmente Félix podía sentirse feliz, aquellas esperanzas que poco a poco se perdían gracias a temerle al rechazo volvieron a florecer muy dentro de él. Quizás nunca se imaginó que Hwang le correspondiera, mucho menos que se fijara en él y que pudiera hacerle dudar de su sexualidad.

Y Jeongin por otro lado se encontraba de la misma manera, pensaba que Chris era alguien tan inalcanzable, tan bueno que nunca se fijaría en alguien como él.

Ambos chicos suspiraban de amor, estaban enamorados. Ese mismo sentimiento que pronto se haría más fuerte y sería algo bonito, terminando en ser un lindo recuerdo de la adolescencia.

Pocos minutos bastaron para tener cada uno sus postres sobre la mesa, Jeongin atacando de una vez la deliciosa tarta de mora y Félix riéndose en ver lo adorable que su amigo se veía.

-¿Al final que decidirás comprarte?. - menciona el menor se todos, aún Félix no sé decidía, quizás solo buscaba el disfraz adecuado.

-Aún no sé. Quizás busque algo sencillo. - le da un bocado al postre que ha pedido, cerrando sus ojitos ante el placer que le genera comer así sea una pequeña porción de dulce.

-¿Y si te vistes de luna y cuando entres dices "buenos días estrellitas, la tierra les dice hola". Sería épico. - opina Yang, que entre risas se encarga de que su comida no se le salga de la boca al ver la reacción de su amigo.

Siete Minutos En El Paraíso - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora