Miedos y sentimientos ocultos

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Narrador pov:

Llego el lunes y con el, la vuelta a la rutina. Era temprano por la mañana, Izumi se asomaba por la ventana del vehículo que la llevaba hacia su escuela, lo que podía apreciar era como las personas salían a trabajar, los niños caminaban hacia el colegio y todo volvía a la misma rutina de siempre.
Pero, a eso no le prestaba mucha atención, puesto que su cabeza era un río de pensamientos. Los sucesos del fin de semana, la atormentaron bastante. Sobretodo la mirada de su tío, provocaba en ella un sudor frío que detestaba y un vacío en el pecho que no soportaba.
Quería mucho a su tío, pero esa conversación que escucho, no salía de su cabeza.
A pesar de todo pudo sobrellevar bastante bien el domingo, e incluso tuvo uno que otro momento bueno.
También reflexionó de lo importante que se había vuelto Hiro en su vida, el se convirtió en su pilar emocional, el cual lo necesitaba desde hace mucho, puesto que necesitaba desahogarse de vez en cuando. Es algo que se lo agradece, pero no quiere que él se abrume con sus problemas, así que decidió que mejor no le contaría todo por el momento. Sobre lo que si hablaría con él es de la conversación que tuvo con su tío.

Al llegar a la escuela se dirigió inmediatamente a su salón, esperaba que Hiro estuviese allí. Para su mala suerte no había nadie cuando llegó, así que no le quedo más remedio que acomodar sus cosas.

???: —Así que creíste que podías escapar tan fácilmente.— dijo una voz femenina siniestra

Se dio vuelta luego de dejar su mochila en su asiento Era una de las personas enmascaradas que la perseguía.
Izumi retrocedió unos pasos hacia atrás.

???: —No trates de escapar, no podrás, nadie te ayudará , no hay nadie.—

Mientras oía esas palabras, escucho cómo cerraban las puertas con llave y vio que detrás del escritorio salieron otros tres más de sus compañeros.
Quería decir algo, pero no podía, no tenía voz, estaba cayendo en la desesperación, aun más cuando noto que se le acercaban. Su corazón y su respiración se aceleraron, y conforme retrocedía sentía como sus piernas le pesaban.

???: —¿Que pasa?, ¿tienes miedo?.— dijo entre risas, mientras se le acercaba mucho más.—

La princesa no dejaba de retroceder aunque a penas podía hacerlo.

???: —¿O acaso finalmente te diste cuenta de lo débil que eres?, hahahahaha.—

Finalmente no pudo retroceder más, chocó contra la pared final del salón y cayó sentada. Todo se volvió borroso en su mente, oía voces pero no sabía lo que decían y veía todo distorsionado, se iba a desmayar.
Lo último que logro ver y oír la princesa fue...

???: —Eres débil y frágil después de todo. Ni siquiera te defiendes y ahora sufrirás las consecuencias.—

Izumi vio como la rodeaban hasta que se desmayó y...

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Izumi: —¡Ahhh!— despertó sumamente agitada, pero no llegó a gritar

Después de todo, había sido una pesadilla. Miro hacia todos lados para comprobar que no seguía soñando y que estaba en su habitación. De todos modos no pudo ver mucho, ya que la única luz que había era la de la luna que entraba por su ventana. Aun así fue suficiente para darse cuenta de que todo había sido un sueño y también para recordar que ese fue otro día en el cual cayó rendida ni bien terminó de cenar.
El domingo fue un día bastante pesado, si bien no entrenaba mucho ese día, el sábado por la noche la ansiedad prácticamente no la dejó dormir. Así que todo el cansancio acumulado produjo que se quedara dormida rápidamente como el viernes.
Ahora está pesadilla la trajo de nuevo a la realidad. Eran aproximadamente las cuatro de la madrugada, toda la nación estaba descansando, menos ella.

El Legado De IzumiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora