Mi demonio.

capitulo 24: Ayúdame

Asta

Izuku no espero a que me acostumbrara y empezó a moverse con brusquedad empotrandome contra la cama con fuerza, cada estocada era tan dolorosa como la primera que sentía que podría desmayarme en cualquier momento.

- Izuku bababastatata~ hahaha~ - trataba de hacerme escuchar pero me era imposible, él no se detendría - duele!

Decía tratando de calmar su acción pero lo único que conseguí fue que él me tomara por las caderas y me cargará para penetrar más profundo en ese momento mi cara y mi voz no podían quedarse más ahogados en aquellos movimiento proporcionados por el chico.

- Mi~doriya - hablaba tratando de hacer que despertara pero él solo aumentaba la velocidad, aunque me desmayara ahora probablemente seguiría en lo suyo por un largo rato. - por favor, sueltaaame~

Pedía y sentí como toma una de mis piernas y la coloca encima de su hombro mientras me dejaba apoyarme en la cama nuevamente solo para notar como el penetraba con mucha más fuerza y empezaba a tomar mi miembro masajeandolo con ayuda de sus dedos.

- Midoriya, por..favor. - pedía pero el dolor no me dejaba pensar y mucho menos hacerme escuchar, apenas eran pequeños gritos acompañados de quejidos de dolor.

Tenía mi rostro pegado a la cama y tratando de buscar a Bakugou gire levemente con ayuda de mis manos hasta poder verlo ya de pie en el marco de la puerta del baño.

- Bakugou - susurré pero él solo me observaba - a..yudame

Bakugou.

Me reincorpore pasado unos minutos de escuchar a esos dos y cuando al fin pude caminar me acerque a la puerta del cuarto de baño notando a un Deku completamente perdido en sus pensamientos mientras penetraba al albino con tal fuerza que él tenía demaciado roja y con leves rastros de sangre su entrada.

"Bakugou, ayúdame"

Aquellas palabras me hicieron sorprender de sobremanera y al verlo con aquella cara de miedo me acerque a Deku dándole un golpe directo a la cara para quitarlo de encima de él, aunque no funcionó, lo hizo detener de a poco sus embestidas.

- ¡Suéltalo Deku! - pedí en amenaza aunque sus ojos no cambiaran de aquel vacío que tenían.

Los movimientos pararon lo cual veía como era una tranquilidad para el más pequeño pero él se negaba a retirar su miembro y vi la mirada de Asta, él tenia miedo de que el peliverde continuará su acto sin previo aviso. Tengo que quitar a Deku de encima de él.

- he dicho que lo sueltes - dije tomando su cuello con mi mano izquierda que tenia mis garras salientes amenazando con rasgarlo con aquellas uñas.

Asta

Estaba agradecido con que el interviniera y aunque no sabía cómo fue que pasó aquello de Bakugou posiblemente fue obra del demonio así que después me disculparía con él por hacer lo que haya hecho.

Mire cuando Katsuki dijo aquello y note sus garras sosteniendo su cuello mientras empezaba a hacer presión sobre la parte lateral de su cuello.

Sentí como el peliverde sacaba su miembro con lentitud, esto termino, suspire a mis adentros

- aún no acabo.

Aquellas palabras me hicieron abrir mis ojos y volteo a mirarle solo para observar como Bakugou era tirado de un golpe hacia el suelo de la habitación, aturdido.

Antes de que el peliverde introducirá su miembro nuevamente con fuerza me separé y empecé a tratar de alejarme mientras ocupaba las almohadas como distractor hasta llegar a la cabecera pero fue inútil sentí como me tomaba de mi pierna con fuerza y me jalaba de regreso.

- eres travieso - dijo juguetón mientras me cargaba y apegaba mi pecho contra el de él y sentía como colocaba nuevamente su miembro con más facilidad que anteriormente debido a lo de antes.

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