Escape...

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Amaneció en la prisión, todos a la rutina y fue entonces cuando llego la esperada hora, las jornadas comenzaban en el lugar y los nuevos horarios para los guardias comenzaba.

Primer Paso...

Naruto y Karin salieron de su celda correspondiente, y entre las sombras se escurrieron para poder llegar a la celda de los pequeños, ellos salieron y la pandilla Uzumaki estaba completa.

–Este es el primer cambio, pasemos dentro para esperar el segundo, es en media hora...

Todos asintieron y pasaron dentro de la celda...

No había mucho que llevar consigo hacia el exterior, salvo cosas minúsculas, como el collar del Shodai perteneciente a Naruto, o el reloj de Jarumi.

Bien, todo marchaba según lo planeado y a este ritmo, estarían fuera al anochecer, por lo que aparte de cosas minúsculas, llevaban consigo una pequeña navaja que Naruto había logrado sacar del salón del gladiador, con ayuda de Guron.

El tiempo pasaba y solo se escuchaba el tictak del reloj de Jarumi, solo faltaban 15 minutos.

–Bien, al salir debemos de alejarnos lo más que se pueda, permanecer cerca solo significara un castigo después de ser atrapados...– Todos tragaron duro, –No podemos darnos el lujo de acampar cerca de aquí, o de ir al pueblo cerca por ayuda, todo es peligroso, así que una vez fuera caminaremos hasta acercarnos a la frontera cerca de Konoha. –Explico paciente Naruto.

–Es hora...

Tras la notificación de Jarumi, sin perder tiempo la puerta se abrió y salieron en orden, Primero Naruto como medida de defensa, seguido de Oreko cargando a Jarumi y Otomaru en la espalda de Karin, quien iba al final, preparada para alertar de cualquier perturbación.

A pasos largos para poder terminar rápido, con la velocidad constante dando vueltas con cuidado...

–De prisa, Hay uno detrás de la salida almorzando...–El sensor habló.

Acelerando sus pasos Naruto corrió y se preparó, salió del lugar y de un movimiento feroz noqueo al guardia, esa patada había sido demasiado rápida... de no ser porque respiraba cualquiera pensaría que estaba muerto... sin duda se hizo increíblemente fuerte aquí...

Corriendo todos salieron al exterior, el cielo blanco de un día de nubes los saludo, no era lo más alegre pero... estaban fuera, sin pararse a ver, Naruto tomo a la pequeña Jarumi en sus brazos y salieron corriendo, un kilometro los separaba de la barda, y debían dar todo de ellos para llegar, les restaban 7 minutos... y la única ventaja era que estaban en un claro empinado, era posible... por muy poco.

Llevaban 200 metros, cuando los ladridos resonaron... en seguida salieron una manda de perros en su dirección, el problema era que estos perros corrían muy rápido... demasiado para ser perros normales...

–¡Mierda! – Exclamo Karin en su colorido vocabulario... –¡Esas cosas no son perros!

–Ninken... – Señalo seco y casi todos entendieron.

Los Ninken son perros como tal, con la diferencia distintiva de que son entrenados por shinobbi con el fin de servir como herramienta en el campo de batalla, o como vemos aquí, rastreadores.

Estos tienen habilidades bastante impresionantes, que van desde la capacidad de usar chakra hasta el don del habla.

Sin embargo, esto solo represento un problema para los jóvenes, a este paso serian alcanzados con tan solo 200 metros de separación.

Claro que Naruto podría fácilmente acelerar para salir de ahí, pero dejaría al resto ahí, si fuesen alcanzados, él se podría defender... hasta que Frederick activara el sello causándole parálisis...

Naruto: Empezar por algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora