Uzumaki

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El cielo nocturno, lleno de estrellas, algo tan sencillo que podía traerle tanta calma.

–¿Naruto?– pregunto de nuevo la chica –suena raro– declaró.

–mmm, ¿encerio?, yo pie son que Karin suena lindo– respondió el chico.

Estas palabras lograron un leve sonrojo por parte de la chica, –¿d-de donde eres?– le pregunto desviando el tema.

Despues de un momento de pensar el respondio –De Konoha.

–¿Konoha? Es una de las cinco aldeas shinobbi, ¿Que haces tu aquí?–pregunto.

–Mi equipo... Ellos... –dejo escapar un pequeño suspiro –me abandonaron– confesó pesadamente, le dolía ese hecho, así que antes de que ella le preguntase mas del tema le devolvió la pregunta –¿y tu?

–De una aldea pequeña en Kusa, me secuestraron, mencionaron algo del remolino.

–¿tienes familia?– le pregunto amablemente.

Ante la pregunta, ella guardo silencio, naruto noto que no queria hablar de eso pero antes de que pudiese hacer algo ella hablo nuevamente –No, mi mamá murió hace algún tiempo y mi papá esta... No se ni donde esta.

–oh, lo siento– se lamento.

–No es tu culpa, estoy bien– hablo amablemente.

Continuaron con la observación de estrellas, cada uno perdido en sus propios pensamientos, tan absortos estaban en sus mentes que no se dieron cuenta del momento en el que había amanecido.

–¡Es hora de las pruebas!– grito uno de los hombres –¡Formen una fila!– ordeno el mismo.

Todos habían formado una fila para ingresar a una carpa de la que salían por el lado opuesto de la entrada para que no filtraran información, la fila estaba escoltada por ambos lados cada cierta cantidad de presos, no eran necesarios, los sello actuarían mucho antes de que ellos se acercaran a ellos, pero debían estar preparados.

La fila avanzo de manera lenta hasta que toco el turno de Karin, ella ingreso dentro dejando a naruto preocupado, el riesgo de perderla era constante.

Llegó su turno, busco a karin en la sala y estaba allí, en una esquína escoltada por dos guardias...

Era la única de los presos en la habitación.

Nuevamente su imaginación voló imaginando que el probablemente iría con los demás presos.

–Coloca tu mano aqui– pidio un hombre con bata mientras señalaba una mesa,  –sentiras un piquete, sacare una muestra de sangre– explico amablemente.

–h-hai– acepto tímidamente.

Con un trapo, el medico apretó el brazo de naruto para que la sangre se mantuviese en un punto especial, –No te muevas, y pon floja tu mano– pidió de nuevo.

Naruto, con un poco de duda, lo hizo, sintió como la aguja ingreso en su piel, inconscientemente su brazo se puso ligeramente rígido, instantes después sintió un cosquilleo en el lugar donde la aguja se había incrustado, y observo como la herramienta comenzaba a succionar su sangre lentamente hasta que el recipiente se lleno, una vez hecho, se cambio la aguja de la jeringa y también el recipiente, posteriormente la herramienta se dejo en una mesa aparte, mientras que la muestra obtenida era llevada por un medico a una especie de computador.

Dos personas observaron la pantalla después de que el Doctor, o el que naruto creía que era doctor, precisará una serie de botones para después colocar el frasco en una ranura y que la pantalla comenzara una barra de carga.

Naruto: Empezar por algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora