⌜𝐆𝐔𝐄𝐑𝐈𝐋𝐋𝐀.⌟ → MINCHAN.

Yace una determinación incipiente.

ChangBin lo estaba intentando. De verdad, que cuando dice que lo intenta, lo estaba haciendo con todas sus fuerzas. Es el hecho de que simplemente no puede evitar ser desconfiado, no con todos los acontecimientos ocurridos. La pregunta de JiSung le dejó fuera de lugar pero acabó de alguna forma aceptando sin saber bien las consecuencias de ello.

Y es que cada vez que el guardaespaldas trataba de acercarse a él o compartir mínimas cosas, él se echaba hacia atrás como si de la peste se tratara. Lo evitaba, se callaba, lo ignoraba, a veces fingía que no estaba allí. Y se sentía mal cuando el guardaespaldas, después de un rato de insistir, se alejaba y le daba su espacio.

Así funcionaba día tras día. Intentó pedir consejo a Chan quien parecía cada vez más cómodo y confiado las palabras que dijo sonaban tan sencillas que a la hora de llevarlas a cabo era todo lo contrario. Intentó de todas las formas buscar algo en común, algo particular que les pudiera dar un camino a alguna ruta desconocida. 

De nuevo, solo fracaso.

Cuando Chan y MinHo se sentaban a metros lejos de ellos, en una cúpula indestructible, le gustaría sentir lo mismo ¿Cómo será llevarte tan bien con tu pareja? La envidia de alguna forma corrió por sus venas y no pudo hacer más que abrazar sus piernas mirando hacia el verde pasto que se encontraba teñido con la suave oscuridad de la madrugada.

ㅡ Yo también estuve un tiempo viajando sin cesar ¿Sabes?ㅡ. Murmuró la voz del guardaespaldas a un lado de él.ㅡ Hubo una larga temporada donde tenía que huir de algo y tener que esconderme todo el ratoㅡ.

ChangBin se tensó.ㅡ ¿A qué te refieres con huir?ㅡ.

ㅡ Bueno, no es la misma historia. Me enteré por los demás que tu familia se movía mucho por los pueblos, supongo que exploradores. Pero en mi caso debía huir de algo, siempre corriendo. A muy temprana edad tuve que aprender a sobrevivir y madurar. Por eso también estoy aquíㅡ.

El bajo se mantuvo en silencio, escuchando atentamente mientras sus dedos curiosos jugaban con la hierba.ㅡ Lo pase mal cuando mi madre murió porque era la que nos ayudaba a escapar. Cuando ella se fue, tuve que ser llevado junto a mi hermano mayor donde mi padre. Sigo sin saber donde está mi hermano mayor pero no tenía mucho apego por él por lo que tampoco es que me importe muchoㅡ.

Se encogió de hombros con naturalidad. No se dignó a mirar al otro a los ojos mientras relataba.ㅡ Mi padre me metió en una especie de secta rara. Nunca me trataron mal como los otros niños pero tampoco era un rey allí dentro. Pasaba hambre si no cumplía con los requisitos que me mandaban. O me excedían a trabajo si no conseguía ser lo que ellos pretendían que fueseㅡ.

ㅡ ¿Qué te exigían hacer?ㅡ.

ㅡ Me libré de aquello cuando en una misión traté de asesinar un noble importante de la corte Lee. No salió mal el plan, lo tenía a vista. Solo tenía diecisiete años. Pero luego MinHo apareció en el mismo carruaje que él, me vio y me ofreció un estúpido muñequito de gatoㅡ. Se rio con cariño ante el recuerdo.ㅡ Decía que me veía muy vacío y que eso lo acompañaba a él cuando se sentía soloㅡ.

Miró con nostalgia al cielo.ㅡ No supe que hacer y me entraron ganas de llorar. Luego me pillaron con MinHo, me detuvieron y me tiraron a los calabozos hasta que MinHo pidió que me liberaran. Así conseguí ser su guardaespaldas cuando pasé todas las pruebas físicasㅡ.

ChangBin lo miró sorprendido, casi asombrado.ㅡ ¿E-Eres un s-sicario?ㅡ.

ㅡ Era uno. Cuando mi padre me metió a esa secta fue para formarme como asesino. Me exigían ser tan ágil, tan sigiloso, tan fuerte y resistente como el líder de ellos. Veían potencial en mi pero yo no quería tener ese potencial. Yo solo quería a mi madre en ese momento, por eso huíamos. Ella descubrió que era mi padre años después de tenernosㅡ. Y allí estaba el vacío de sus ojos. ChangBin sintió su corazón apretarse e inconscientemente un dedo se movió hasta el dorso de su mano.