Capítulo 1

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Era un día cálido de primavera, las aves volaban felices en el cielo, las flores decoraba los campos llenandolos de color y la sueve brisa movía las copas de los árboles en un dulce compás.
Pero en una habitación un pequeño cachorro de tigre con su corazón echo trizas se aferraba con fuerza al cuerpo casi frío de su madre quien se encontraba en cama totalmente pálida.

-Mamá...No me dejes...mamá...-intentaba aguantar sus lágrimas pero le era difícil.

-Te amo A-Zhan...Mamá te ama mucho...-fue lo ultimo que dijo antes de cerrar sus ojos para siempre.

-Mamá...mamá!!...No!! Mamá!!! Despierta!!! -Sacudió el cuerpo inerte de la mujer pero no recibió respuesta.

-Wanji...-lo llamo con suavidad su hermano quien estaba detrás de él con algunas lagrimas- vamos...Ya no... podemos quedarnos...

-NO! NO! QUIERO A MAMÁ!! NO QUIERO QUE SE VAYA!! -lloro con más fuerza casi clavando sus pequeñas garras en la mano helada de su madre hasta que la puerta de la habitación fue abierta con brusquedad.

-Tío...-se asustó de lo que pudiera hacer porque solo les habían permitido estar un momento allí pero se habían tardado más.

-Xichen, llévate a Wanji! -

-Pero tio~- quiso intentar razonar con el mayor pero solo consiguió que lo fulminara con una mirada de desaprobación.

-Hazlo!-

-NO VOY A DEJAR A MAMÁ!!- el pequeño siguio llorando y se puso a la defensiva a escuchar que querían alejarlo de su madre.

-Cómo te atreves?! -le dio una bofetada al pequeño haciendo que acabará más lejos de donde estaba casi inconsciente.

-Wanji! -se acercó rápidamente al pequeño cuerpo de su hermano y lo tomo entre sus brazos para llevárselo de esa habitación después de darle un ultimo vistazo a su difunta madre.

Esa noche Lan Zhan no consiguió dormir, su madre siempre era quien lo arropaba y se quedaba con el hasta que se durmiera...Pero ahora estaba solo, nadie estaba a su lado y su familia sólo lo lastimaba todo el tiempo.
Su dulce corazón se cerró y no se permitió volver a expresar algún tipo de sentimiento porque si lo hacía sólo recibirá más dolor. Pero por mas que intento soportarlo, no pudo mas y...

Escapo

Su madre siempre le decía que, cuando tuvieron la oportunidad, se fuera e hiciera su vida lejos del dolor y miseria que recibían en aquella secta llena de crueldad y oscuridad.
Y eso hizo...
Una tarde después de evadir a los discípulos que lo custodiaban logró infiltrarse en el bosque y llegar hasta la puerta donde con una insignia de jade que su hermano le dio una vez y que guardo con mucho cuidado de su tío, logró pasar por la puerta y con todas sus fuerzas corrió entre el bosque esperando que no lo atraparan. Solo llevaba unas pertenecías y algo de comida pero no sabia cuando tiempo le tomaría llegar a algún lugar seguro, además era un niño de apenas cinco años ¿Como se supone que sobreviviría? ¿Alguien lo acogería en su hogar? ¿Habría alguien que le diera una mano?
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-Aléjate niño!!- un hombre le tiró una piedra al pequeño cachorro que buscaba algo entre la basura para comer.

En tres meses se dio cuenta de la respuesta , nadie iba a ayudarlo, nadie se apiadó de el como para darle algo de comida al menos, nadie lo protegería... Dormía en la calle con frío porque sus ropas de habían desgastado y por mas que caminaba a otros pueblos su situación no cambiaba. Ya no sabia que tan lejos estaba del lugar que alguna vez fue su hogar pero parecía que fue lo suficiente como para que dejará de escuchar rumores de que el era buscado por su hermano. No pensaba volver a ese lugar nunca más.

Ahora estaba en el bosque, las personas del pueblo lo habían espantado por haber intentado sacar algo de comida del basurero diciendo que el espantaba a los clientes así que pensó que encontraría algo en los árboles pero llevaba horas caminando y solo había hojas secas. El otoño había adornado el entorno en colores anaranjados y sin resto de alimento.
Su estómago dolía, tenia sed y sus piernas ya no tenían fuerza para seguir así que se recostó en el suelo sin importarle nada. Si su hora había llegado, estaba listo para encontrarse con su madre y dejar ese mundo de soledad. Sus ojos derramaron lágrimas antes de cerrarse y que su cuerpo quedará inconsciente debido a la falta de alimento.
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En el bosque una hermosa criatura de pelaje oscuro como la noche y vestido con colores negros y rojos se paseaba con su grupo de zorros negros, era Wei Wuxian...

Un zorro de nueve colas sirviente de la secta Junmeng Jiang, era conocido por su gran poder y fuerza por lo que era muy respetado en el mundo de la cultivacion pero también era conocido por lo travieso o atrevido que era al hablar

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Un zorro de nueve colas sirviente de la secta Junmeng Jiang, era conocido por su gran poder y fuerza por lo que era muy respetado en el mundo de la cultivacion pero también era conocido por lo travieso o atrevido que era al hablar. Tenia el dicho de "Tengo una boca para decir lo que pienso, así que no pienso quedarme cayado". Era alguien realmente sorprendente, pero tenía una triste historia detrás de esa hermosa sonrisa que siempre mostraba...

Era huérfano, a una edad muy temprana sus padre murieron a manos de unos cazadores que buscaban sus preciados pelajes y por su puesto sus atesoradas colas. Logró escapar pero había sido la ultima vez que los vio, luego deambulo sólo escondiendo su verdadero ser por miedo a que también le hicieran daño. Pero un día una alma bondadosa apareció para darle una vida nueva. Jiang Fegnmian al ver al niño en aquel callejon supo de inmediato que se trataba del hijo de sus amigos, llevaba meses buscándolo al enterarse de los que había sucedido para ayudarlo y cuidar de el como los habrían querido sus padres.
Desde entonces vivió bajo la tutela del líder de la secta Junmeng Jiang donde al principio no fue bien recibido por el heredero de la secta, Jiang Cheng, quien sentía que opacada el cariño de su padre pero tiempo después se volvieron mejores amigos pero Wei Wuxian sentía que debía devolver el cuidado que la familia le había brindado así que cuando se volvió el discípulo principal de la secta, tomó sus responsabilidad cómo era debido para que el honor de la familia no se perdiera por sus actos.

-Amo, hay un niño en el suelo y no se mueve. Que hacemos? -hablo el pequeño zorro a su lado.

-Un niño? -se agachó hasta el zorro negro para acariciarlo - Llévame con el...-el animal asintió y comenzó a correr en una dirección siendo seguido por el hombre de ropas negras.

Como se lo había dicho, el niño estaba tendido en el suelo debajo de un árbol con claras marcas de cansancio, hambre y algunas cortadas en sus manos y rostros. Su corazón se estremeció ante tal escena porque le recordaba a su infancia así que lentamente se acercó y se sentó cerca del pequeño cuerpo para poder acariciarlo suavemente.

-Que haces aquí niño? Este no es lugar para que un cachorro como tu ande sólo...-obviamente no recibió respuesta pero si consiguió que el ceño fruncido que tenia el cachorro se suavizara ante las caricias que recibía en su cabeza.

-Ma...má? -en medio de su inconsciencia en calor que sintió de repente le recordó esos buenos tiempos.

-No, no soy tu mamá pero a partir de ahora no estarás solo...-se levantó y tomó entre sus brazos al cachorro quien se acurruco contra su pecho en busca de más calor.

-Lo llevará al pueblo amo? -un pequeño zorro se acercó a preguntar.

-Lo llevare a la mansión...Ahora yo cuidaré de el...-deposito un pequeño beso en su frente haciendo que el cachorro ronronear un poco.

Sentía que el destino había puesto a ese pequeño en su camino para que lo criar a como su hijo, si era esa la voluntad, así lo haría.







Segundo fic
Espero que les guste ♡
Gracias por el apoyo

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