Memorias ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~ [TERMINADA]

Caos parte l.

Comenzamos la parte de lo final TuT.

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Athanasia comenzó a recobrar los sentidos, movió sus dedos sutilmente y estos obedecieron, por fin tenía libertad en sus movimientos.

Suspiro.

Lo volvió a intentar.

Sus dedos comenzaron a moverse, uno a uno. Primero fue el índice. Seguido de los demás dedos.

Después de un tiempo, giro su cuello, lentamente, hacia la izquierda, el lugar donde provenía la voz de aquella persona.

Pero no había nada.

«¡¿Qué mierda?!»

Cerro los ojos, apretando fuertemente sus parpados, tal vez era la culpa de visión. Volvió abrirlos, pestañando varias veces en el proceso. Pero el resultado seguía siendo el mismo.

No había nadie.

Se extraño al solo ver un montón de ramas y hojas que luchaban desesperadamente por florecer.

Era lo mismo que había logrado distinguir al despertar. No tenía explicación.

«Esto...»

No encontraba una explicación lógica...

«Hace solo unos momentos una mano se había posado en mi frente para calmarme y curarme las heridas...»

Su entrecejo se frunció.

No estaba loca.

No lo estaba.

No... ¿Oh, sí?

Lloró internamente. Tenía suficientes problemas como para sumar la demencia en estos.

«Esto no es posible...»

Escucho nuevamente aquella risa.

Me buscas, pero ni siquiera sabes quién eres...

Su cejo se frunció brevemente.

—Detente...

Cerro sus ojos fuertemente.

~ ¿Por qué? se rió ante su pedido ~

—¿Dónde estás? – giro su cuello en todas las direcciones, pero no encontraba nada.

~Me buscas con tal desesperación sin saber la respuesta...~

—¿Dónde estás? – repitió ante sus palabras.

~Siempre he estado junto a ti, solo que nunca me has visto...~

Su piel se erizó.

Su respiración se detuvo por breves segundos.

Sentía todas esas emociones embargarla.

Y su garganta se sentía seca.

Las ganas de llorar la embargaban. Aunque intentaba aguantarse.

~ ¿Ya sabes quién soy? ~

Esa voz se escuchaba demasiado tranquila.

Sus ojos joya comenzaron a inundarse de lágrimas.

Su boca se sentía seca...

Le dolía el formular unas simples palabras.

Un quejido, apenas audible salió de sus cuerdas vocales.