El final de la pesadilla.

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Hasta abajo dejare mi agradecimiento.

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Cuando Claude apareció con Athanasia entre sus brazos, todos en el palacio saltaron de alegría. Corrieron a socorrer al Emperador que se veía bastante cansado y más cargando a la princesa así, y también para darle atención medica a Athanasia, pero como la vieron dormida, mejor no dijeron nada, pero se ofrecieron ayudar al emperador.

Claude se negó a la ayuda, recién la recuperaba y ya se la querían arrebatar. No lo permitiría.

—No es pesada – dijo Claude mirando el rostro de su hija.

La llevo al cuarto del Emperador y la dejó recostada sobre la cama.

Esta se removió en la cama y giró en su dirección para abrir los ojos.

—¿Estabas fingiendo dormir?

—¿Me creíste?

Claude la miro sorprendido, para después sonreír y negar con la cabeza.

—Por cierto, ¿por qué estoy en tu habitación papá?

No podía decirle que un no habían reparado su habitación. Así que dijo una mentira piadosa y llena de verdades —Así puedo mantenerte vigilada.

—Vaya de manera de decir: "cuidar"

Claude la miro, era tan natural la plática y el contacto ahora. Su sonrisa decayó cuando recordó que tenía que hablar con ella y resolver los asuntos del estado y la posible futura guerra con Siodonnia.

Suspiró. Ahora si se sentía cansado.

Suspiro y dirigió su vista hacia él.

—Athanasia, yo...

*Toc, toc*

Los golpes en la puerta lo interrumpieron.

Félix abrió las puertas y entro a la habitación del emperador, seguido de Lilian. Una vez que los ojos azules se dirigieron a la princesa, Lilian olvido todo.

Corrió hacia la cama del emperador y abrazo a la princesa entre sus brazos. Athanasia solo le devolvió el abrazo y cerró sus ojos contenta.

—Mi princesa – sollozaba Lilian al mirarla.

—Princesa – la voz de Félix estaba al borde de la angustia, del llanto, del colapso y de todo lo mero posible. — Enserio... usted...

—Félix...

Él se dejo caer cerca del regazo de la princesa para soltarse a llorar.

—Gracias a los cielos que esta bien...

Claude los miraba ambos llorar ante su hija.

Sonrió ligeramente para después mantener su rostro sereno.

Otro hombre ingreso a la habitación del Emperador.

—Gloria y Bendiciones al Sol de Obelia – hizo la reverencia ante él — Disculpe la intromisión Su Majestad, pero varios quieren reunirse con usted para discutir el problema de Siodonnia y...

—Voy enseguida.

Claude miro a su hija, su rostro seguía pálido, pero su sonrisa era enorme. Le dio una mirada a Félix, quien giro el rostro hacia él, quien asintió ante su orden muda.

Salió de la habitación

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Memorias ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~ [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora