La molestia y la pesadez la inundaba, lo sentía en sus parpados, más que en cualquier otra zona de su cuerpo. Dolía. Arrugó sus parpados, intentando abrir sus ojos, pero no podía. Se sentía tan cansada.
Un leve gemido salió de sus labios.
Lo volvió a intentar.
Sus pestañas apenas obedecieron sus órdenes. Sus joyas por fin se abrieron. Su vista se encontraba borrosa. Distinguía muy poco.
—¿Dónde me encuentro?
Pregunto al azar, no recordaba mucho. Intento mover su cuerpo, pero este no le obedecía. No distinguía nada. Solo hojas verdes y las ramas de árboles era lo que lograba distinguir
—Te encuentras a salvo — una voz le contesto, erizando cada parte de su cuerpo. — Por el momento...
Su cuerpo se congelo ante la voz desconocida.
Sus alertas se encendieron. Desesperadamente busco mover su cuerpo, pero este no se movía, sintió la desesperación, hasta que la mano blanca y suave acaricio su frente y su flequillo, tranquilizándola.
Respiro profundo.
—¿Quién eres? – fue casi un murmullo que salió de su boca.
—¿No me reconoces?
Athanasia se extrañó ante su pregunta.
—¿Debería hacerlo?
Aquella voz no le contesto. El sonido de la mezcla se escuchó, pero no había ningún otro ruido.
—¿Dónde estoy?
—Lejos de tu hogar.
Athanasia trago grueso. No había pensado en Obelia, ni en el Emperador, ni... ni en nada.
Su quijada dolió.
Esa persona...
Esa persona...
Sus parpados se cerraron al pensar en aquel sujeto.
Sus ojos carmesíes.
Su rostro.
Sus gestos.
Su mirada. La angustia y temor fueron reflejados en su mirada.
Su corazón palpito con fuerza y la molestia la obligo a moverse contra todo pronóstico. Ambas manos se encontraban en su pecho. No sabía como había hecho aquel movimiento. La molestia era tal, que sentía la falta de aire.
Soltó un quejido antes de liberar algunas lágrimas.
No sabía la razón.
—Lo sabes.
Respiro un par de veces, antes de sentir que ya no le faltaba el aire. Su boca se sentía reseca y lastimada —¿De qué hablas?
—Sabes que tu lugar está en Obelia, tu no perteneces a este lugar, tu no perteneces a estos lados.
—Yo ni siquiera pertenezco a este lugar - le refuto.
Una risa se comenzó a escuchar.
La voz se burlo de sus palabras. Era una risa en la cual no podía determinar si era la de una mujer o de un hombre.
—¿Y a dónde crees que perteneces?
Athanasia se quedo callada.
—Yo...yo... - vacilo ante la pregunta.
La voz soltó una breve risa ante su tartamudeo.
—Ni siquiera sabes quién eres o dónde perteneces...
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Memorias ~ WHO MADE ME A PRINCESS ~ [TERMINADA]
FanficLas catástrofes son situaciones que superan la capacidad humana que con ellas vienen un significativo número de víctimas. Claude pudo, por primera vez, asimilar el sentido de tal palabra... Después de la expulsión inminente de mana que tuvo Athanas...