Capítulo 27

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La noche era tranquila y cálida. Los muros ya estaban casi listos, y unas horas de descanso para todos eran más que bienvenidas en la nueva colonia revolucionaria.

Los suaves acordes de la guitarra llenaban el viento con su melodía.

Wilbur se había estado esforzando muchísimo últimamente. Después de todo ser un padre soltero, un hermano mayor y un líder revolucionario (en especial con el creciente imperio vecino teniendo los como objetivo claro) al mismo tiempo era abrumador, y ya necesitaba liberar tensión.

La música siempre le había ayudado con eso, su forma de decir lo que pensaba en alto.

No sé porque me alimento de la emoción
Hay un estómago en mi cerebro
No quiero que me oigan
Quiero ser escuchado
¿A alguien más le molesta
Que alguien más tenga tu nombre?
¿A alguien más le molesta
Que alguien más tenga tu nombre?
Tu nombre

Yo grito, tu gritas
Todos gritamos aterrados
De lo que nos espera al doblar la esquina
Nos quedamos donde estamos
Porque no queremos perder nuestras vidas

Así que pensemos en algo mejor

Su mirada no tenía un objetivo fijo, rondando por sobre los árboles del bosque bañados en luz de luna y las tiendas de campaña que se encontraban a los pies del árbol donde él estaba sentado, sonriendo leve al detectar un rayo de luz saliendo de la tienda de su hermano menor, acompañada de dos risas jóvenes que trataban de mantenerse calladas.

Por eso dió un respingo cuando una voz femenina siguió su canción, justo a su lado.

En medio del bosque cantaremos un coro
Uno que todos conocen
Manos en alto, estaremos en llamas
Cantando canciones sin escribir

Cuando giró la cabeza hacia su lado izquierdo, se sorprendió de encontrarse cara a cara con los ojos azules-verdes de una Elfo que reconocía por apariencia y nombre, pero con la que no había entablado mucha conversación en el casi año que había vivido en la colonia.

Ella lo miró expectante, acariciando el pelaje de un zorro rojo que parecía dormir en sus brazos, esperando a que continuara.

Él continuó, una expresión amarga adornando su rostro.

Mi mente se rindió
Se izan las banderas blancas
Tomé algo de comida
Pensando que podría estar envenenada
El estómago en mi cerebro
Vomita sobre la página
¿A alguien más le molesta
Que alguien más tenga tu nombre?
¿A alguien más le molesta
Que alguien más tenga tu nombre?

De nuevo, ella lo interrumpió, cantando mientras clavaba sus brillantes ojos en los de Wilbur. Reconoció está acción como una competencia de miradas. Una que no perdería.

Yo grito, tu gritas
Todos gritamos aterrados
De lo que nos espera al doblar la esquina
Nos quedamos donde estamos
Porque no queremos perder nuestras vidas

Así que pensemos en algo mejor

Sus ojos color chocolate seguían clavados en los de la contraria, inconscientemente perdiéndose en ellos. Y entonces Wil sonrió, humilde, muy distinto de sus usuales sonrisas presumidas, continuando el canto cuando percibió la pausa de la rubia.

Betrayed | CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora