Capítulo 34

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Era una movida arriesgada. Wilbur lo sabía.

Pero no podía importarle menos.

Mientras se deslizaba por terrenos prohibidos, con la luna nueva como su única testigo, el músico podía sentir el cosquilleo de la poción en su piel, manteniéndolo invisible y oculto a plena vista.

Había soldados nuevos, Wilbur notó. Cubiertos de pies a cabeza por armaduras de netherita que protegían sus identidades del enemigo.

Aunque a juzgar por lo delgados que se veían algunos, el castaño no estaba exactamente seguro de que pudieran pelear así.

De nuevo, no podía importarle menos.

Lo único que ocupaba su mente en ese momento era ansiedad e inquietud y anticipación; un cóctel de emociones cuyo ingrediente principal es la adrenalina que corría por sus venas a toda velocidad. Su cabeza daba vueltas y, a pesar de sentirse exhausto, sus pies seguían adelante por su propia cuenta. Buscando su objetivo con ojos rápidos en medio de la noche.

En menos de una semana se llevaría a cabo el festival.

Y era perfecto.

La oportunidad exacta para atacar y destruir a todos y todo en un solo tiro. Además, si Dream le había dicho la verdad y realmente había cumplido su parte, habría botones preparados para causar catástrofe, conectados en puntos estratégicos a la dinamita debajo de la ciudad.

Solo quedaba encontrarlos. O encontrar uno. Uno solo bastaría para desatar el infierno en la Tierra.

Wilbur no podía evitar imaginarse que esto era como un juego. Dream solo le dijo que había escondido los tres botones para que él los encontrara. Funcionaría, y la fiesta volaría en pedazos desde el interior de la Tierra, llevándose a todos los invitados de por medio.

No habría ningún sobreviviente.

No podía haber sobrevivientes.

"Tu tampoco puedes sobrevivir. Tienes que estar conmigo, Wilbur."

Sacudió su cabeza con desesperación cuando escuchó esa voz en su oído, susurrándole con dulzura. No quería voltear a ver. Sabía que no la encontraría ahí. O tal vez si la encontraría. Wilbur no sabía que cosa seria peor, y no estaba dispuesto a descubrirlo, no a este punto. No cuando con escuchar su suave y melodiosa voz su respiración ya se encontraba errática. No cuando pensar en ella, en su corazón atravesado, sus ojos sin vida, la expresión retorcida de su hijo al vez que le dió a su objetivo, le hacía querer vomitar sus tripas y estómago enteros.

No cuando estaba tan cerca de conseguir justicia.

Por supuesto que la escucharía aquí. Fue L'Manberg donde la vio y escuchó por última vez, después de todo. Tal vez no debió venir solo. Tal vez debió pedirle ayuda a Dream.

Tal vez debió haberse quedado en cama, arropado hasta la cabeza con la nariz y boca hundidas en la almohada. Tal vez así no despertaría en la mañana y realmente estaría con ella.

Quizá...

Wilbur sacudió la cabeza de nuevo, pellizcando sus mejillas y tallando sus ojos con fuerza para espantar todo ese hilo de pensamiento de una vez.

"Vamos", pensó. "La poción tiene tiempo límite y solo traje una por las prisas. Debo apurarme".

La angustia crecía cada vez más en su corazón. Cómo un peso muerto oprimiendo su pecho con la intención de destrozarlo y convertirlo en una masa de carne hueca y rota. Esa angustia no tardó en convertirse en miedo. Un sudor frío comenzó a recorrerlo de pies a cabeza, y de pronto sentía que algo lo seguía. Algo oscuro, más oscuro que la noche misma. Algo lento y viejo.

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⏰ Última actualización: Aug 12, 2022 ⏰

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