Continuación de: "Mi decisión"
Buscando a su cuñada, Sasuke termina en la oficina de un investigador privado.
Hasta el momento, no hay una mujer que pueda dominar a este Uchiha, joven, empresario, muy guapo, y soltero, se dedica a disfrutar de los...
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Unos días de paz recuperando el tiempo perdido con Saku y los problemas surgieron.
—¡No me jodas Itachi! ¿Cómo que no vas a volver? —resople enojado, mi cuñadita había decidido quedarse en medio de la nada para que naciera mi sobrina.
—Ya te lo dije hermanito, Izumi no quiere dejar a su Doctora. La bebé va a nacer acá, luego regresaremos.—respondía mi hermano, de lo más tranquilo, lo que me cabreaba muchisimo.
—¡Pero yo quería estar presente! No pueden excluirme tengo derechos, ¡es mi sobrina!— reclame furioso. No estaba acostumbrado a ser excluido. itachi nunca me dejaba de lado y aunque me costaba asumirlo estaba celoso.
—Ya deja de ser tan dramático, puedes venir al nacimiento.— Se notaba como contenía la risa, mientras que yo cada vez me encontraba más ofuscado, dando vueltas por la oficina, incluso avente algunos papeles del escritorio, reconosco que tiendo a hacer berrinches si me siento molesto, por eso Saku me llama mimado.
—¡A ti te tomo cuatro días llegar! Si me aseguras que Izumi estará cuatro días con trabajo de parto ¡viajo!— le reclamé y sentí su risa seguida del gritó de esa enana diabólica.
—¡Ni lo sueñes Sasuke!— dijo divertida, me los imagino a ambos riendose de mi mientras escuchan en el altavoz la conversación.
—Puedes tomar el jet privado y llegar en unas horas, no seas problemático Sasuke— Insistía mi hermano buscando soluciones pero él no veía todo el panorama como lo hacia yo. Él se fue en el coche porque necesitaba moverse cómodo por el pequeño pueblo. Yo debería ir volando. No había otra forma.
—¡No hay pista de aterrizaje! Ese es un maldito pueblo olvidado... Itachi eres un pésimo hermano, ¡Izumi no esperaba está traición!— solté furioso, no queria perderme el nacimiento de la pequeña. Pero sabia que Itachi haría lo que Izumi le pidiera y si ella quería que la niña naciera en este sitio alejado de todo, él no pondría objeción de ningún tipo, sólo quería verla feliz. Pensé en Saku y pude entenderlo, aunque me dolía perderme el nacimiento de mi primer sobrina.
Konan entró a mi despacho y dejo los informes de ventas para que los revise.
—¿Cómo está él?— me dijo seria. Miró el desorden de mi oficina y sonrió.— Eres como un maldito niño caprichozo ¿sabías? — alzó los papeles que había desparramado y los dejó sobre el escritorio.
—Agradécele a tu ex marido, él se encargo de criarme. ¿Vas a cubrirme si tengo que viajar de urgencia? — ella asintió. Se que con sus errores o diferencias, es una buena mujer, y nos aprecia. El matrimonio con Itachi había sido a causa de una fusión entre nuestra empresa y la de su padre. Se gustaron de inmediato. Pero nunca se amaron.
>>Se van a quedar hasta el nacimiento— dije molesto.
—Mejor allá que acá ¿no crees?, estarán más tranquilos lejos de la prensa. Tus primos y yo nos ocuparemos de todo. No te preocupes.— Konan se había tomado muy bien lo de Izumi. Me dijo que tenia sus sospechas, pero como ella salia con Gaara nunca tuvo agallas para cuestionar a Itachi.
