Continuación de: "Mi decisión"
Buscando a su cuñada, Sasuke termina en la oficina de un investigador privado.
Hasta el momento, no hay una mujer que pueda dominar a este Uchiha, joven, empresario, muy guapo, y soltero, se dedica a disfrutar de los...
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Llevo una semana en casa de Sasuke, pero me siento como si toda la vida hubiésemos estado juntos. ¡Me vuelve loca!, interrumpe mi lectura, se cuela en la ducha, me abraza como si fuera un condenado osito de felpa durante toda la noche, y no es precisamente un hombre pequeño, sus casi 90 kilos de músculos aplastandome "all the nigth" son algo a lo que dudo pueda acostumbrarme, sin embargo lejos de enojarme disfruto cada momento con él, me llena de besos constantemente y me hace el amor donde sea que puede, es cariñoso, me gusta verlo con su ordenador concentrado trabajando. Yo tenia solo una imagen de él, la de los medios y revistas pero, conocerlo así hace que me guste aún más todavía, es un hombre apasionado, le gustan los niños, se preocupa por la familia, leal, sincero, me hace desear miles de cosas a su lado, poco a poco va rompiendo las barreras que había levantado, para protegerme. Me doy cuenta que puedo confiar en él.
Mi jefe estaba de regreso con muy buenas noticias, por fin había localizado a la mujer de Itachi Uchiha. Cuando Shikamaru cito a Sasuke para darle las fotografías y el informe con todo lo que había investigado, él estaba muy feliz, pude ver con cuanta ilusión miraba a aquella mujer. Su primer comentario fue lo enorme que era su vientre y que estaba ansioso por conocer a su sobrino, aunque ya no lo necesitaba para conseguir chicas. Golpee su hombro con rudeza, él se quejo y luego me sonrió, al Señor Nara parecía no sorprenderle que estemos juntos y sugirió una agradable cena de parejas junto con mi rubia amiga.
Sasuke ofreció su casa para hacer dicha cena, me agrada que entienda porque no me gusta salir demaciado y que me apoye con eso, de hecho a él tambien lo acosan los medios.
A raiz de la cena de parejas propuesta por mi jefe, me encontraba ayudando a mi novio a preparar una paella de mariscos. Pude comprobar cuanto disfruta de cocinar, creo que lo disfruta tanto como yo disfruto la lectura.
Cuando los invitados llegaron él me dejo a cargo de la comida y bajo a recibirlos. Tem estaba nerviosa por estar en la casa de uno de sus jefes. Yo debería sentirme igual, pero con Shikamaru tenia una relación menos formal, su actitud cómoda había limado las formalidades, al punto de que él, me confiaba todo, yo organizaba hasta sus citas médicas, era su amiga, ayudante, confidente, mano derecha, acesora legal, ¡me encargaba hasta de pagar sus malditas cuentas!. Todo lo que respecta a Shikamaru Nara pasa por mis manos primero, aunque lo trataba con respeto como al jefe que era, sabíamos que yo tenia el poder de destruirlo si quería. ¡Seamos honestos! Mi jefe deja todo en mis manos, si su relación con mi amiga progresa, voy a tener que asesorar a Temari, le van a venir muy bien unas recomendaciones, aunque no tengo dudas de que ella va a poner a ese vago en forma.
—Bienvenidos— salude a la pareja que entraba alegre, empece a poner la mesa con ayuda de Tem.
—¿Y qué tal todo con mi jefesito?— murmuró cerca de mi oído. Mientras los hombres seguían con lo de Izumi.
Sasuke ya había llamado a su hermano para informarle todo. Pero aún tenia cosas que organizar antes de que pudiera ir a verla. Sobre todo dar con su exacta ubicación, porque solo tenia el sitio donde ella se había bajado del tren, el punto es que luego de la cena, Itachi nos esperaba a ambos... si, si... leyeron bien. "Ambos" es su casa. ¿Nervios por conocer a mi cuñado? Pss... ¡Si muchos! Se que es parte muy importante en la vida de Sasuke, y espero que me acepte.
