Eres para mi - Sasusaku +18

En Shock

Me pongo de pie y camino hasta el minibar, tomo un vaso y una botella de whisky. Regreso a la cocina, saco dos hielos el freezer.
Me siento, como un automata, miro a Izumi, me bebo el trago de una sola vez.

—¿Mi hermano?— pregunto sorprendido. Ella llora, tiro la cabeza hacia atrás y me cubro el rostro con el antebrazo.
Dios, no puedo creer que Itachi hiciera lo mismo. Solo espero que no sea genético. Aunque para ser sincero, no podría hacer algo así. Siento la rabia instalándose en mi estómago.

—Lo siento—me dice ella entre sollosos, la veo y veo a mi madre. ¿En que mierda pensabas hermano?
Me acerco y tomo su mano. Trato de que sepa que la entiendo. Y que no estoy molesto con ella. Mi bronca es con mi Itachi.
Izumi empieza a contarme todo, creo que necesitaba hablar con alguien, me halaga que pensara en mi, pero tal vez ella necesite amigas, me pone algo incomodo que entre en detalles, sobre todo porque ella habla de manera tan natural, sobre las veces que se acostó con mi hermano.
Entiendo que se sienta así de angustiada, conozco a Itachi, no es muy demostrativo. Pero no creo que un bebé sea tan terrible.

—zumi, cariño, mi madre paso por lo mismo sabes, no creo que el idiota de mi hermano repita los errores de su padre.— le confiezo, trato de tranquilizarla, pero no se si da resultado. Entonces empiezo a bromear con ella.

>>Nena no creí que tuvieras tan pésimo gusto en hombres—le digo riendo.

Luego la miro, y me doy cuenta que mi hermano va a ser padre y yo por fin voy a tener un sobrino para malcriar.
Merece un brindis, me sirvo un segundo vaso y otra vez lo bebo de un solo golpe. Se asienta en mi estomago luego de quemar mi garganta.

La madrugada nos encuentra conversando animadamente, Izumi me cuenta desde cuando están juntos, y no puedo creer lo bien guardado que se lo tenían. La actitud de mi hermano me saca de quicio, no puedo creer que ella le aguantara tanto, aunque por lo que entiendo él le dejo en claro lo que quería de ella. Pero por la forma en la que se comporta, siento que la quiere mas de lo que le demuestra.

De todas formas, ella no merece sufrir. Me dice que fue su error enamorarse, que mi hermano le dejo en claro que seria su amante, se me estruja el pecho escuchandola, mi madre me dijo lo mismo cuando la enfrente, queriendo saber porque las cosas con mi padre no habían resultado.
No puedo dejar que ella sufra como lo hizo mi mamá, tampoco voy a permitir que Itachi cometa los mismos errores que Fugaku. Voy a tener que hablar con mi él en cuanto regrese.

Miro la ecográfia con ternura.

—¿Puedes darme una copia? Ojalá sea niña... ¡Y se paresca a ti! Dios no permita que saque las ojeras y el mal humor de Itachi.

Izumi es una gran mujer y una buena amiga. No deja de agradecerme por estar con ella y acompañarla. Pasamos media madrugada riendo.
La convenzo de sacar la licencia que corresponde a maternidad, ya lidiaremos luego con lo que pase. No voy a dejar que ella atraviese todo sola. Le insisto en que no se preocupe por las habladurías. Ya me encargaré de poner en su sitio a cualquiera que escuche hablando de ella.