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𝓣omás:
Había traído a Agnes a mi casa, le mentí al decirle que iríamos a conocer a mis amigos, aún es muy pronto para que los conozca.
— Se ve muy solitario como para que estén tus amigos. — dijo Agnes inspeccionando el lugar.
— Te mentí. — la abracé por detrás, envolviendo mis brazos en su pequeña cintura. — Quería estar contigo, a solas. — deposité un pequeño beso en su cuello, vi cómo su piel se erizaba levemente.
Ella giró a verme, enredó sus brazos al rededor de mi cuello, yo seguía tomándola de la cintura. me acercó a ella y depositó un corto beso en mis labios.
— Quiero conocerte mejor Agnes. — me veía atenta. — Quiero hacer las cosas bien con vos, quiero saber todo de vos, desde lo mejor hasta lo peor. — ella sonrió. — Me gustas en verdad. — suspiré, ella tenía una enorme sonrisa.
— También me gustas, y mucho. — reí. — ¿Qué pasa?
— Me siento de dieciséis al decir estas cosas. — Ella también rió. — Agnes, quiero que sepas algo. — quité sus brazos de mi cuello y la alejé un poco, ella me vió un algo confundida. — No estoy del todo bien, realmente soy alguien que no conozco en este punto de mi vida. — suspiré y la vi a los ojos. — Me gusta la persona que soy con vos, me gusta el bien que me haces. — un color rojo dibujó sus mejillas. — Quiero estar con vos, pero debes de saber que si quieres estar conmigo hay algunas cosas qué tal vez no te gusten; la fama, chicas del pasado...
— Quiero estar con vos. — me interrumpió. — Quiero estar con vos, quiero tu lado bueno y tu lado malo, incluso el peor. — inconsciente sonreí, ella se acercó más a mi. — Estoy empezando a quererte y créeme Tomás Campos, que estoy dispuesta a todo... vos también me haces bien, me haces sentir viva y querida por primera vez en tanto tiempo y no quiero que esto acabe. — Deslicé mis manos lentamente por su cintura y la abracé.
— Entonces, supongo que lo intentaremos. — ella asintió.
— Lo haremos. — esas palabras fueron suficientes para besarla, solamente que este beso era diferente al de otras ocasiones.
Este beso ya tenía sentimientos de por medio y marcaba el inicio de algo entre nosotros, que en estos momentos, parecía que lo nuestro sería infinito.
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