One night stand (Volkabo) (CANCELADA)

Un error

WARNING: contenido implícito (nada con detalles pero ya saben)

Aquella calle era tan tranquila y pacífica. En las noches solía estar en un silencio completo que incluso podría dar miedo; pero, ¿esa noche? Esa noche no era así.

Había un coche negro estacionado en la calle, un coche que la gente no solía ver por ahí, un coche que se movía aunque estuviera completamente parado, un coche del cual salían jadeos deseosos.

Dentro del automóvil se encontraban aquel ruso y aquel chico de pelo amarillo en una situación bastante comprometedora. El sudor caía por el cuerpo de ambos y los jadeos se volvían más intensos con el lento y satisfactorio pasar del tiempo.

Gustabo jamás pensó que volvería a ver a aquel hombre debajo de el, mordiéndose los labios y pidiendo más; el jamás pensó que se encontraría en una escena del estilo con aquel hombre; pero, ahí estaban y mientras el más joven se preguntaba si esto estaba bien el otro solo se limitaba a cerrar los ojos y disfrutar de aquel momento.

Pero recordó algo, algo que había estado tan escondido y enterrado.

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"¡Volkov baje el arma!" Le gritó aquel chico de cresta blanca mientras le apuntaba.

"¿¡Qué coño esta haciendo Horacio?! ¡Espóselo! ¡Esta frente suya!" Ordenó el otro apuntando al más joven de los tres que se encontraba totalmente maquillado y con una sonrisa ladina.

"Volkov lo tengo todo controlado, por favor, baje el arma" Rogó Horacio aún apuntándole directamente, pero, Volkov no flaqueó 

"¡Horacio espósele!" Y fue allí cuando pasó 

Un dolor horrible atravesó su pierna derecha, un dolor que le hizo caer rendido al piso, sujetándose la pierna por instinto.

"¿Pero que c-coño esta haciendo?" Logró musitar a través de su dolor, mordía su labio inferior con fuerza por el dolor punzante que sentía en aquel momento.

Todo alrededor de el pareció ir en cámara lenta en aquel momento. 

El de maquillaje se acercó lentamente a el, metió su mano derecha en su chaqueta y sacó un arma, sus pasos eran lentos pero seguros. De su vista periférica logró ver al otro apuntándole al que consideraba su hermano, preguntándole constantemente sus intenciones; pero el otro no paró. 

Pobre Horacio, no entendía que aquel ya no era su hermano.

Los pasos de Pogo se pararon frente a el y levantó su brazo derecho apuntándole directamente con el arma. Ver el obscuro y frío cañón del arma tan cerca de el, eso fue lo único que la mente del ruso necesitó para ser transportado alrededor de todos los momentos de su vida.

Su infancia feliz, la muerte de su hermano, vivir en la pobreza, el frío de la despiadada Rusia, la muerte de su madre, entrar a la escuela militar de Rusia, enterarse de la muerte de su hermana, sentir aquel cañón frío en su frente, jalar aquel gatillo, seguir con vida,  entrar al ejército, mudarse a los santos, entrar al CNP, conocer a Conway, trabajar para el, ascender a comisario, conocer a Ivanov, crear amistades en su nuevo trabajo, conocer a Horacio y Gustabo, cargar el cuerpo frío y sin vida de aquel que veía como su hermano, aquella noche en su departamento cuando Horacio tomó de más, lo orgulloso que se sentía cada vez que iba con Horacio a un código 3 y este siempre abatía a la gran mayoría, rechazar al de cresta, enterarse de la muerte de torrente, escuchar como Horacio y Gustabo fueron despedidos, obtener la confianza absoluta de Conway, entrar al CNI, desmantelar a los verdes, pelearse con greco, enterarse de todo lo de pogo y ahora esto.