𝐫𝐮𝐧𝐚𝐰𝐚𝐲 , miguel diaz ²

i.ii. pity halloweenie.

──── El ciberacoso no es divertido.──── así había empezado la directora su discurso en la cafetería enfrente de toda la escuela.────  Enviar un mensaje cruel en línea es tan hiriente como decírselo en la cara. No diré nombres, pero...el otro día, una madre me llamo porque su hijo lloraba luego de que unos chicos de su deformidad facial en línea. 

──── Necesita callarse.──── murmuro Max junto a Eli a quien inconscientemente habían expuesto ante todos. Max le tomo la mano debajo de la mesa en modo de consuelo después de que todo el mundo a sus alrededores murmurara cosas. 

──── Pero hoy, nuestro objetivo, ───── continuo la señora ignorando el sonido de las voces y las miradas indiscretas a Eli.────es que esta escuela sea un lugar seguro para todos. 

──── Si estás harto del acoso,──── comento Miguel mirando a Eli, y de reojo a Maxine pues esta sentado junto a ellos.──── mi dojo busca reclutas.

──── Sí claro, ──── interrumpió Demitri escépticamente. ────¿Oíste eso, Eli?  Con un poco de karate, vas a dar palizas. 

──── En serio, Demitri.──── dijo Miguel acomodándose en su silla con una voz seria.──── Mi sensei es genuino. Seguro les conseguiré descuento. También tú...Max.──── dijo lo último llamando la atención de la rubia que suavizó una sonrisa. 

────Por mas tentador que suene.──── Demitri hablo de nuevo.──── Preferimos pasar la tarde jugando Crucible Control a que nos peguen. 

──── Y una cosa más.──── la voz de la mujer interrumpió la conversación.──── Mientras esperamos al baile de Halloween, que nuestros disfraces sean culturalmente sensibles por ejemplo, en vez de una enfermera sexi, que sean un empleado de hospital neutro...

──── Me siento mal por Aisha, pero tampoco quiero ser un compuesto molecular.──── suspiró Sam contando que había rechazado ir disfrazada con su amiga al Halloween.

──── ¿Por qué? ──── río Max mirando a su hermana mientras partía su comida.──── Ser un compuesto molecular es cool. 

──── Tú no entiendes, Maxine.──── murmuro Sam cruzándose de brazos, Max rodó los ojos concentrándose en su comida.

──── Entiendo, pero que no usen el mismo disfraz no significa que no estén juntas.──── comentó Quinn con una sonrisa amable, ignorando la pequeña discusión de sus hijas. 

──── Recibí un correo de la escuela, ──── empezó Daniel buscando otro tema de conversación.────buscan chaperones. Están desesperados. 

──── No me digas.── interrumpió Quinn sarcásticamente alzando las cejas exageradamente.────¿Quien pasa su viernes en un gimnasio sudoroso lleno de adolescentes? 

──── Te libraste. Iré yo.──── como reflejo al escuchar aquellas palabras salir de la boca de su padre, Max casi se atraganta con el bocado que estaba masticando y Sam soltó el tenedor algo enojada. ────¿Qué? Vamos, conozco hace mucho a la consejera Blatt. No podía abandonarla. 

──── Mamá.──── rogaron tanto Sam como Max a su rubia madre quien solo suspiro con una mueca. 

──── Vamos, Daniel.──── empezó la mujer con una sonrisa  ──── ¿Querrías a tus padres en el baile? Yo se muy bien que no, cielo.