𝐫𝐮𝐧𝐚𝐰𝐚𝐲 , miguel diaz ²

i. iii. los díaz and sam leaving an idiot.

Aquella mañana Max se había levantado lo más temprano que su cuerpo había podido.

 Antes de irse a casa la noche anterior había hecho jurar a Johny que llevaría a Miguel a su casa, no conocía al hombre pero sabía que muy en el fondo no era mala persona...tal vez muy en el fondo.

Max se había propuesto ir a visitar a Miguel, dejo una pequeña nota en su cuarto en caso de que sus padres entrarán en pánico y salió apresurada pues ,aunque Miguel y Max habían hablado como cualquier compañero no eran como los mejores amigos además de que se sintiera culpable por no poder haberlo ayudado.

Max toco la puerta de aquella pequeña casa de un piso y una señora grande le abrió con una sonrisa.

──── Hola linda, ¿Qué necesitas?────   preguntó amablemente haciendo que Max también sonriera de manera inconsciente.

──── Hola, soy Max LaRusso y vengo a ver como esta Miguel.

──── Oh, si, pasa por favor.──── la señora abrió la puerta un poco más para que Max pudiera entrar.──── Soy su abuela.

──── Un gusto.──── le sonrió entrando, la señora le señalo la sala indicando que ahí, Miguel y su madre estaban sentados. 

──── Migue, alguien vino a verte.──── la obscura mirada de Miguel y la de su madre se dirigieron a Max quien saludo con un movimiento de mano. 

──── ¿Max? ────preguntó Miguel confundido e incrédulo de verla ahí.──── ¿Qué haces aquí?...Quiero decir, que uh...linda sorpresa.

──── Solo quería ver como estabas. ──── dijo esta dando unos pasos más a la sala.──── Johnny me prometió que te traería y quería asegurarme de que estuvieras bien. ────explicó con movimientos exagerados de las manos.

──── ¿Conoces al sensei?

──── Tiene historia con mi familia. ──── Max torció la boca recordando la noche que lo conoció. ────En fin, lo siento por no haber ayudado, creo que si hubiera ido con ustedes no estarías así ahora, y siento mucho lo que te pasó siento que soy la peor amiga de todo el mundo y yo comprendería si ya no quisieras hablarme, digo si yo estuviera un tu posición...

──── ¡Max! ──── Miguel la frenó con una sonrisa divertida por todo lo que había dicho la rubia en un corto tiempo.──── Estoy bien, y no eres una mala amiga y si, quiero seguir contigo...como amigos.

Todo había quedado en un silencio incomodo después de eso y con algunas miradas cómplices entre las dos señoras, hasta que la abuela de Miguel interrumpió el momento.

──── ¿Ya desayunaste mija? ────preguntó con una sonrisa tierna, Max negó lentamente sin romper el contacto visual que se había creado entre ella y Miguel. ──── Desayuna con nosotros.

──────No quero ser una molestia.──── dijo pasando su mirada entre la madre y abuela de Miguel.

──── No molestas,────Miguel aseguró sonriendo. ──── además no querrás lastimar los sentimientos de mi abuela al no probar su comida ¿ o si?

──── Para nada. ─────Max negó regresando a Miguel con una sonrisa.────Gracias por invitarme.

──── ¿Eso es todo? ¿No más karate? ──── preguntó Dimitri a Miguel. Los cuatro estaban sentados en la biblioteca mientras terminaban un trabajo y Miguel les contaba lo que había pasado una vez de que Max se fuera esa mañana de su casa.