───── Los negocios, la ambición
y la familia hacen mala combinación
pero aunque ninguno estuvo de
acuerdo ambos no pueden dejar de
sentirse atraídos.
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+𝟏𝟖
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𝐭𝐢𝐦𝐨𝐭𝐡𝐞𝐞 𝐱 𝐨𝐜
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𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐫...
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O24.Diversión
Después estresante semana de las cámaras, el añorado sábado llegó, y las ganas de salir a bailar o divertirse estaban activas.
Noah habló con _________ sobre ir a una fiesta, pero Timothée se lo prohibió por lo que pasó aquella vez con la bebida llamativa.
- No irás y punto -aclaró cruzando sus brazos mientras se recargaba en el marco de la puerta hacia la habitación.
- No me lo puedes prohibir Timothée, yo soy grande para tomar mis propias decisiones -hizo un puchero mientras a través del espejo mirando su ropa.
- Ni siquiera tienes dieciocho _________ -se acercó a ella arrogante.- Además, -la recorrió con la mirada y se acercó a sus labios inclinándose ligeramente. - Soy tu prometido -la besó sensualmente, ella no pudo evitar pensar en lo exquisitos que eran esos labios, pero recapacito y se separó.
- ¿Puedes dejar de ser tan sexual por un momento? -puso sus pequeñas manos en el pecho del tipo para alejarlo.
- Claro, -alzó sus manos en señal de paz - También puedo ser dulce -la tomó de la cintura, ella rodó los ojos.
- Como sea, de todas formas no me podrás detener -le sacó la lengua y corrió escapando de las manos de el tipo, el cual intentó procesar el momento e ir tras ella.
El viento hacia que su rubio cabello volara, su expresión era feliz, incluso orgullosa de escapar.
Se encontraba corriendo más despacio al notar que nadie la seguía. Algunos vecinos la miraban confundidos, su sonrisa aún no se quitaba.
Pero unos largos y gruesos brazos la tomaron por la cintura y la subieron como costal a su hombro.
- ¿Qué de...? ¡Timothée! -gruñó molesta.
- Hago caminatas todas las mañana, mi condición es mucho mejor que la tuya era obvio que te alcanzaría -habló con cierta arrogancia.
Los vecinos miraban enternecidos la escena. - Mira que tiernos -decían unos. - Aww, tú nunca me has cargado así amor -reclamó una joven a su novio.
- ¡Nos vamos a casar! -gritó el chico eufórico mientras corría con la chica en su hombro luchando por escapar.
- ¡Cállate! -
Al llegar corriendo, una gota de sudor paso por su frente, mientras ambos estaban agitados. Él la tiró en la cama poniéndose arriba de ella con sus manos a los costados sosteniendo sus muñecas.
